La visita a Saint-Émilion es la siguiente etapa en nuestra ruta por Nouvelle Aquitaine.
Este pueblecito medieval, rodeado de viñedos y con una historia tan mezclada con la leyenda que no se sabe qué es real y qué es ficción, es una de las visitas que hacer cerca de Burdeos que no te puedes perder.
De hecho, nosotros fuimos a Saint-Émilion aprovechando nuestra visita a Burdeos.
Saint-Émilion es conocido en el mundo entero por sus vinos, el Saint-Émilion Grand Cru Classé o en 1er Grand Cru Classé, pero realmente este pueblo guarda un tesoro bajo su suelo del que te vamos a hablar en este artículo también.
Qué ver en Saint-Émilion, cómo organizar la visita a una bodega, dónde aparcar o dónde dormir o cenar son solo algunos de las respuestas que vas a encontrar a continuación.
¿Tienes todo listo?
Prepara calzado cómodo y agudiza tus sentidos, que vamos a visitar Saint-Émilion, la ciudad medieval donde el vino se hace Patrimonio de la Humanidad.
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Dónde está Saint-Émilion y cómo llegar
Saint-Émilion en el mapa
Como siempre hacemos en nuestros artículos sobre road trips o en las guías prácticas, empezamos por ubicar en un mapa el destino.
En este caso, en el mapa anterior se puede ver que Saint-Émilion se encuentra en la región de Nouvelle Aquitaine, cerca de Burdeos y, por tanto, muy cerca de la frontera con regiones como el País Vasco o Navarra.
Esto hace, como en el caso de Burdeos, que Saint-Émilion sea un destino elegido para una escapada por Francia.
A apenas 40 kilómetros de Burdeos, a 149 kilómetros de otro punto de interés en Francia, como es Lascaux, y a unos 250 kilómetros desde la frontera de Irún.
En los alrededores de Saint-Émilion, lo que se conoce como la Jurisdicción de Saint-Émilion, predomina un paisaje de viñas responsable del tan reconocido vino de esta zona.
Este paisaje, como veremos en el siguiente apartado, ha influido en el desarrollo de Saint-Émilion y de su historia.
Un poco de historia de Saint-Émilion
Vista de los viñedos y Saint-Émilion
No vamos a extendernos en este apartado, porque nuestra especialidad es la organización de road trips y no la de dar clases de historia.
Sin embargo, nos parece interesante conocer algunos aspectos del pasado de Saint-Émilion para conocer lo que vamos a encontrar en las calles y en el entorno de este pueblecito medieval.
Aunque se tiene constancia de que en estas tierras ya se cultivaba vino en la época de los romanos, el núcleo de Saint-Émilion parece que tiene su origen en la Edad Media.
A una cueva formada por un mar prehistórico en este montículo de roca caliza, conocido como Ascumbas, llegó en el siglo VIII un monje procedente de la Bretaña Francesa.
Este monje se llamaba Émilion.
Émilion se estableció en la cueva y pasó aquí sus últimos años de vida, obrando milagros, dando comida a los que menos tenían y convirtiéndose en un ermitaño de referencia en toda la región.
Fue alrededor de esta cueva donde se fue construyendo el pueblo de Saint-Émilion tal y como lo conocemos hoy en día.
El nombre del lugar pasó de llamarse Ascumbas a llamarse Saint-Émilion en honor al monje bretón.
Saint-Émilion se convirtió en un lugar de peregrinación para ver las reliquias del monje y pronto se incluyó como parada en el Camino de Santiago de Compostela, atrayendo también a varias congregaciones religiosas que construyeron conventos y monasterios.
Concretamente se establecieron en Saint-Émilion monjes benedictinos, agustinos, franciscanos, dominicos y una congregación de hermanas ursulinas.
En los siglos posteriores, entre el siglo IX y el siglo XIX, se estuvo extrayendo la piedra caliza de la roca para ser utilizada en construcciones de edificios de la zona.
De la extracción de la piedra de Saint-Émilion resultaron los más de 200 kilómetros de galerías subterráneas que hay ocultas bajo el suelo de la localidad.
Con el tiempo, los habitantes de Saint-Émilion han sabido aprovechar estas galerías empleándolas para guardar y conservar el vino.
Mientras se extraía la piedra caliza, en el siglo XII se empezó la construcción de otra de las joyas de Saint-Émilion, la iglesia monolítica, de la que te hablamos más en profundidad en el siguiente apartado.
Una vez que ya conocemos la historia de la fundación de Saint-Émilion, entenderemos mejor la gran presencia de edificios religiosos en un pueblo de apenas 200 habitantes o el motivo por el que guardan el vino en cuevas medievales.
Con estas pinceladas sobre la historia de Saint-Émilion, vamos al apartado sobre qué ver en Saint-Émilion.
Qué ver en Saint-Émilion
Plaza de Saint-Émilion
Muchos viajeros llegan a Saint-Émilion porque es uno de los lugares que ver cerca de Burdeos y está en todas las listas de excusiones que hacer desde Burdeos, pero realmente no saben de antemano qué ver en Saint-Émilion y se llevan una grata sorpresa.
Para que no te ocurra esto y vayas con toda la información, vamos a dejarte a continuación los lugares imprescindibles que visitar en Saint-Émilion, para que aproveches la visita al máximo.
Pero no solo te vamos a hablar de lugares, también te propondremos experiencias que completarán tu visita, como la visita a una bodega o comer en uno de los mejores restaurantes de Saint-Émilion.
Pero vamos por partes 😉.
El Saint-Émilion subterráneo
Puerta de la iglesia monolítica de Saint-Émilion
Se conoce como el Saint-Émilion subterráneo a una zona que solo se puede visitar con una visita guiada que se reserva en la oficina de turismo de Saint-Émilion y está formado por tres espacios emblemáticos de la ciudad: la cueva donde vivió el monje Saint-Émilion (del que te hablamos en el apartado de la historia), una ermita y la iglesia monolítica de Saint-Émilion.
El Saint-Émilion subterráneo: la cueva de Saint-Émilion
En esta cueva cuenta la leyenda que estuvo el monje Saint-Émilion viviendo durante sus últimos años de vida y desde donde fundó el pueblo, que se fue construyendo alrededor de este punto.
En la cueva se puede ver "la silla de la fertilidad", una silla de piedra a la que cada año acuden mujeres con problemas para quedarse embarazadas y, según cuenta la tradición, la silla es milagrosa y soluciona esos problemas haciendo que las mujeres se queden embarazadas.
El Saint-Émilion subterráneo: la ermita de Saint-Émilion
La ermita se construyó sobre la cueva donde estuvo Saint-Émilion y fue la iglesia del pueblo durante muchos siglos.
Luego se utilizó este espacio para otros fines, más civiles que religiosos.
En la ermita aún se pueden ver unos frescos románicos muy bien conservados.
El Saint-Émilion subterráneo: la iglesia monolítica
Si hablamos de la iglesia monolítica de Saint-Émilion tenemos que saber que nos estamos refiriendo a una iglesia construida excavando en la roca, en una sola roca, y que es la iglesia monolítica más grande de Europa.
Desde fuera y a simple vista, solo se observa el campanario y nada hace presagiar la maravilla que hay bajo la tierra.
La iglesia monolítica fue excavada en el siglo XII tomando como ejemplo las iglesias monolíticas de Turquía y tenemos que confirmar que nos sorprendió mucho. Es una visita que recomendamos y nos parece imprescindible.
También se puede subir al campanario para disfrutar de las vistas después de superar los 196 escalones.
La subida al campanario se hace desde la plaza donde está la oficina de turismo y tiene un ticket separado al ticket del Saint-Émilion subterráneo.
La Colegiata y su Claustro
Claustro de la Colegiata de Saint-Émilion
La Colegiata de Saint-Émilion y su claustro fueron construidos entre los siglos XII y XV y es uno de los edificios religiosos perteneciente a las congregaciones religiosas que se establecieron en Saint-Émilion en la Edad Media.
Concretamente, la Colegiata de Saint-Émilion formaba parte de los edificios de la orden de los agustinos.
Se puede visitar y no dejes pasar el mural que hay en una de las paredes del claustro, seguro que no te dejará indiferente.
La Torre del Rey
La Torre del Rey es un edificio emblemático de Saint-Émilion, ya que desde lo alto de esta torre cuadrada se celebra cada año la inauguración de la vendimia, que es todo un acontecimiento en una localidad donde el vino es tan importante.
Además, podemos corroborar que es uno de los mejores miradores de Saint-Émilion, ya que desde arriba de sus 118 escalones se puede ver de frente todo el entramado de callejuelas medievales y casas de piedra, con el campanario de la catedral presidiendo el paisaje.
La Torre del Rey, o Tour du Roy en francés, fue construida en el siglo XIII, pero se desconoce el propósito de su construcción.
El casco histórico
Casco histórico Saint-Émilion
Pasear por el casco histórico de Saint-Émilion es imprescindible para descubrir el verdadero encanto de este rincón de piedra rodeado de viñedos.
Como decíamos al principio, la historia religiosa de Saint-Émilion ha dejado en el pueblo numerosas construcciones como conventos e iglesias que, con el tiempo, se han reconvertido.
Te recomendamos pasear tranquilamente por las calles, con ayuda de uno de los mapas que te dan en la oficina de turismo o con alguna ruta guiada y que no pierdas detalle de las fachadas y de cada rincón.
Entre vinotecas y pequeñas boutiques, encontrarás edificios históricos como el antiguo mercado o los lavaderos.
No olvides calzado cómodo porque el suelo es empedrado y tiene bastantes pendientes, que no te pille por sorpresa.
Excursiones a Saint-Émilion desde Burdeos
Torre del campanario de la iglesia monolítica de Burdeos
Una de las excursiones que hacer desde Burdeos es la visita a Saint-Émilion, ya que es uno de los lugares de interés en los alrededores de la ciudad francesa.
Si vas a visitar Saint-Émilion con tu propio vehículo, no te pierdas el apartado en el que te contamos donde aparcar en Saint-Émilion.
Sin embargo, si vas a visitar Saint-Émilion desde Burdeos y necesitas información sobre el transporte o sobre excursiones organizadas, te vamos a dejar en este apartado algunas alternativas.
Se puede ir en autobús de Burdeos a Saint-Émilion (y regreso),así como en tren y hacer la visita por libre.
Existen distintos horarios y dependen también del día, por lo que no vamos a dejar aquí ningún horario. Es mejor consultarlo cuando se vaya a hacer el trayecto.
Puedes consultar los horarios de los trenes en este enlace. La duración del trayecto es de 30 minutos y el precio son 10 €.
También te dan la información de los horarios y los precios en la oficina de turismo de Burdeos y de Saint-Émilion.
Qué bodega visitar en Saint-Émilion
Viñedos en los alrededores de Saint-Émilion
Uno de los grandes dilemas cuando se visita un lugar como Saint-Émilion, con tanta oferta de bodegas, es saber qué bodega es la mejor para visitar.
Lamentándolo mucho, no tenemos la respuesta absoluta, pero sí que podemos hablarte de nuestra experiencia visitando dos de las mejores bodegas de Saint-Émilion: la bodega Couvent des Jacobins y la bodega Château de Jean Faure, de las que te hablamos a continuación.
¿Por qué visitar una bodega en Saint-Émilion?
Calle de Saint-Émilion
Si existe algún sitio en el mundo en el que visitar una bodega, sin duda, ese es Saint-Émilion.
A grandes rasgos, hay que saber que la jurisdicción de Saint-Émilion está declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por sus paisajes culturales repletos de viñas e historia.
De las 7800 hectáreas que componen esta "comarca", 5400 hectáreas son viñedos que pertenecen a 800 propietarios que cuentan con su propia producción de vino.
Dentro de Saint-Émilion hay una clasificación propia de bodegas, que se revisa cada 10 años, y que garantiza una calidad, no solo de los vinos, sino también del servicio y la atención por parte de la bodega.
De este modo, se pueden encontrar 64 bodegas clasificadas como Grand Cru Classé, 14 bodegas como 1er Grand Cru Classé y tan solo 4 bodegas clasificadas como 1er Grand Cru Classé A.
Esta clasificación se tiene que revisar en 2022 y puede que el número de bodegas en cada grupo cambie.
Al contrario de lo que estamos acostumbrados en España, que lo que se valora es el tiempo en barrica y la antigüedad del vino para tener un reserva, gran reserva, etc., en Saint-Émilion lo que se valora es el vino y la bodega en sí.
Visitar Saint-Émilion y no visitar una bodega es como hacer el viaje a medias.
Otra particularidad de las bodegas de Saint-Émilion y que nos pareció curiosa es que, aunque la bodega se llame Château (castillo, en francés), no se tratan de castillos sino de un tipo de construcción en el campo, similar a lo que pueden ser los cortijos en Andalucía, que se dedican a la producción y conservación del vino.
Ahora que ya conoces estos conceptos básicos, vamos a contarte nuestra experiencia en la visita a dos bodegas de Saint-Émilion.
Visita a la bodega Couvent des Jacobins de Saint-Émilion
Entrada de la bodega Couvent des Jacobins
Visitar la bodega Couvent des Jacobins de Saint-Émilion es como trasladarse atrás en el tiempo y recuperar la esencia de este rincón de Francia.
La bodega Couvent des Jacobins es una bodega clasificada como Grand Cru Classé de Saint-Émilion y se encuentra dentro del pueblo, en un edificio que en su día fue un convento de monjes Jacobinos (de ahí el nombre de la bodega).
Para encontrar el origen de esta bodega de Saint-Émilion, tenemos que remontarnos a la Edad Media (al siglo XIV), cuando los monjes se establecieron donde hoy está la bodega para dar cobijo a los peregrinos que pasaban haciendo el Camino de Santiago.
Ya entonces, estos monjes empezaron a cultivar viñas y a producir su propio vino.
Patio de la bodega Couvent des Jacobins
Pero si nos remontamos a la bodega como la conocemos hoy en día, tenemos que remontarnos al año 1902, cuando la bodega es adquirida por la familia que aún hoy en día se encuentra al frente.
Si te fijas, estamos haciendo referencia a una bodega de siglos de historia y tradición, ubicada en un edificio original de Saint-Émilion.
A todo esto, hay que sumar que la bodega Couvent des Jacobins ha sabido adaptarse a los tiempos y ofrece actividades complementarias a la visita a la bodega, como una visita a los viñedos en tuk-tuk, brunchs a base de productos típicos de la zona e, incluso, se atreven con un cine de verano en el patio del convento.
Cava de la bodega Couvent des Jacobins
Mientras tanto, bajo el suelo del convento, en los pasadizos subterráneos de los que se extrajo la piedra en la Edad Media (de los que te hablamos más arriba), descansan los vinos durante años hasta su completa maduración.
Sin duda, conocer cómo producen el vino entre las paredes de este convento y cómo lo embotellan y conservan en sus propias cavas, hace que el Couvent des Jacobins sea una de las bodegas más interesantes que visitar en Saint-Émilion.
Visita a la bodega Château Jean Faure de Saint-Émilion
Entrada de la bodega Château de Jean Faure
La bodega Château Jean Faure es una bodega clasificada como Grand Cru Classé y ubicada a las afueras de Saint-Émilion.
Rodeada por hectáreas de viñedos, la bodega Château Jean Faure ha conseguido aunar la producción de un vino excelente con una elaboración respetuosa con el medio ambiente.
La filosofía de la bodega se centra en la producción consciente, aprovechando los recursos que se encuentran en el propio entorno y en la naturaleza, para no tener que aplicar métodos externos y perjudiciales para el sabor y la calidad de las uvas.
Algunos de los métodos ecológicos que emplean en la bodega y los viñedos es la plantación de árboles frutales o muy frondosos para delimitar las parcelas con las de los vecinos y así evitar que se filtren químicos o agentes externos que se usan en los viñedos colindantes.
Abejas de la bodega Château de Jean Faure
También cuentan con sus propias colmenas, no solo para polinizar las viñas, que realmente no las necesitan, ya que se suele polinizar gracias al viento, sino para analizar el comportamiento de las abejas y ver si la calidad del aire y del entorno es el adecuado.
Si las abejas están felices, es señal de buena calidad del aire.
Detrás de la bodega Château Jean Faure hay una familia que, tras un cambio de vida radical, ha conseguido transmitir la paz y la tranquilidad que se respira en este viñedo al vino que produce.
El suelo del viñedo de la bodega Château Jean Faure es más arcilloso que el de los viñedos que se encuentran más cerca del núcleo de Saint-Émilion y eso se nota en el sabor y el aroma de los vinos.
Cata de vinos en la bodega Château de Jean Faure
Además, no hay que dejar pasar por alto que la bodega que visitamos está rodeada por algunos de los mejores viñedos de la Jurisdicción de Saint-Émilion, como la bodega Cheval Blanc.
La producción del vino de la bodega Château Jean Faure se consigue a base de las uvas más míticas de Saint-Émilion: Cabernet Franc, Merlot y Malbec, con la particularidad de que son cuidadas con métodos ecológicos.
Château Jean Faure es de las pocas bodegas de Saint-Émilion que cuentan con un vino certificado con el sello de producción ecológica.
Dónde comer en Saint-Émilion
Puerta del restaurante l'envers du decor, Saint-Émilion
Ahora que ya hemos abierto boca con el vino de la zona, vamos a descubrir uno de los mejores restaurantes para comer en Saint-Émilion.
Tuvimos la oportunidad de cenar en el restaurante l’envers du décor de Saint-Émilion, muy cerca de la Oficina de Turismo y del centro del pueblo.
Degustamos algunos de los mejores vinos de Saint-Émilion y una cocina de mercado, a base de ingredientes de temporada y de kilómetro cero.
Cena en el restaurante l'envers du decor, Saint-Émilion
Cena en el restaurante l'envers du decor, Saint-Émilion
Como hemos encontrado en la cocina de Nouvelle Aquitaine, todos los platos presentados con un gusto exquisito y marinados con un vino de gran calidad.
Ten en cuenta que es un restaurante muy conocido en la zona y suele estar lleno, por lo que recomendamos reservar y avisar si tienes alguna alergia alimenticia o preferencia por una dieta vegetariana, ya que te preparan alternativas sin problema.
El ambiente del restaurante l’envers du décor de Saint-Émilion es muy agradable y la decoración convierte a este rincón en un lugar acogedor, donde disfrutar de la comida y el buen vino.
Los famosos macarons de Saint-Émilion
Macarons de Saint-Émilion
Después del apartado dedicado a la comida, vamos a hacer un pequeño homenaje a los macarons de Saint-Émilion, un dulce típico que no puedes dejar pasar la oportunidad de probar en tu visita.
Es posible que ya hayas probado los macarons franceses, las típicas pastitas de té que están tan de moda, de colorines, que se encuentran ya casi en todas las confiterías.
Pues bien, en Saint-Émilion han conservado durante décadas una receta propia de macarons, originaria de las monjas ursulinas que habitaron en la zona, muy distinta a la de los macarons de colorines.
Los auténticos macarons de Saint-Émilion
Los macarons de Saint-Émilion están hechos a base de almendras y mantequilla y, en lugar de ser de dos "galletas", están formados solo por una.
Aunque también existe la variedad con chocolate y esa sí que lleva dos "galletas" y el chocolate en medio 😋.
Encontrarás muchas marcas de macarons en Saint-Émilion, pero solo unos son los que todavía se hacen con la receta original, los de Nadia Fermigier.
Tienda de macarons de Saint-Émilion
Para conseguirlos, los puedes comprar en la pequeña tienda que hay junto a correos, donde mantienen esta receta centenaria.
Dónde dormir en Saint-Émilion
Bungalow camping Yelloh Saint-Émilion
Saint-Émilion es un rincón que recibe muchísimos turistas al cabo del año por lo que, si viajas despacio y tienes tiempo, te recomendamos que pases aquí una noche, al menos, para poder pasear por las calles medievales con más tranquilidad una vez que se hayan marchado las excursiones.
Como suele pasar en estos pueblos con encanto, a última hora de la tarde es cuando más se disfrutan.
Si estás pensando dormir en Saint-Émilion y viajas en coche, puedes elegir dormir en alguno de los alojamientos del centro o desplazarte un poco.
Algunos de los alojamientos de Saint-Émilion son muy característicos, como toneles de vino o torres medievales, pero también encontrarás Bed and Breakfast u hoteles adecuados a todos los bolsillos.
En nuestro caso, nos quedamos en un bungalow en el camping Yelloh Saint-Émilion.
Dormitorio del bungalow del camping Yelloh Saint-Émilion
Cocina del bungalow del camping Yelloh Saint-Émilion
Este camping es una pasada y está situado muy cerca de Saint-Émilion (se puede ir en bici, caminando queda un poco lejos).
Parcelas del camping Yelloh de Saint-Émilion
Las parcelas tienen mucha sombra y están distribuidas alrededor de un lago.
Además, también ofrecen cabañas de madera y bungalows, perfectos si viajas en coche o si te apetece descansar en una cama por cualquier cosa.
Los bungalows del camping Yelloh Saint-Émilion están totalmente equipados y tienen todo lo que necesitas.
Dónde aparcar en Saint-Émilion
Parking en SaInt-Émilion
Si vas a visitar Saint-Émilion en coche o en furgo o autocaravana, te conviene saber dónde se puede aparcar para visitar la ciudad.
El aparcamiento en el centro de Saint-Émilion está regulado por parquímetros y el casco histórico es peatonal, por lo que la mejor opción es aparcar fuera e ir caminando.
Hay un parking de pago en la parte alta del pueblo, lo vimos de pasada, por tanto no tenemos referencia de precios.
Sin embargo, hay un parking en la parte baja, junto a la Gendarmería, donde se puede aparcar gratis, incluso si viajas en autocaravana o furgo.
Además, cuenta con servicio de recarga de coche eléctrico.
Te dejamos las coordenadas del parking gratis en Saint-Émilion en el siguiente recuadro.
Recursos para tu visita a Saint-Émilion
En el siguiente recuadro te dejamos todos los recursos que consideramos que pueden ser de utilidad para organizar una visita a Saint-Émilion.
Hasta aquí la información práctica que nos parece relevante para organizar una visita a Saint-Émilion, tanto si vas desde Burdeos como si lo visitas por separado y a tu aire.
Si necesitas más información, no dudes en consultar la página web oficial de Turismo de Nouvelle Aquitaine. o en la página web de Turismo de Saint Émilion.
Y, como siempre, si tienes alguna duda o si tienes información que puede aportar a otros viajeros, te esperamos más abajo en comentarios.
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