Ruta por el Valle del Guadalquivir (Córdoba): la Guía Completa

Dónde está el Valle del Guadalquivir: mapa

Como siempre, vamos a empezar ubicando la zona que vamos a recorrer en esta ruta. Concretamente, vamos a ver en un mapa dónde está el Valle del Guadalquivir, por si queda alguna duda.

Para llegar al Valle del Guadalquivir, tenemos que trasladarnos a la provincia de Córdoba.

Aquí, en el centro de Andalucía, el río Guadalquivir se abre paso de este a oeste, separando las zonas de la campiña cordobesa (al sur) y Sierra Morena (al norte).

En el mapa de Andalucía que vemos más arriba, ubicamos la provincia de Córdoba (en rojo) y el Valle del Guadalquivir (marcado en azul) con los términos municipales que vamos a recorrer en esta ruta.

La Ruta por el Valle del Guadalquivir a grandes rasgos

Antes de empezar a descubrir qué ver en los pueblos del Valle del Guadalquivir por los que pasa la ruta, queremos hacer un resumen de los datos principales del itinerario, así como darte algunas recomendaciones con el fin de facilitar la organización del viaje.

Mapa de la Ruta por el Valle del Guadalquivir: el itinerario

En este mapa de la Ruta por el Valle del Guadalquivir hemos diseñado un itinerario recomendado para seguir la ruta y no perderte nada.

La idea ha sido aprovechar la cercanía a Córdoba de estos pueblos y hacer que la ruta comience y finalice en Córdoba capital, pero ya sabes que esto es orientativo y que puedes usar el mapa interactivo para adaptar el itinerario a la ruta que quieras hacer tú.

Verás en el mapa que la ruta que planteamos tiene forma de “8” tumbado, cruzando en el centro en la capital de la provincia.

Nos ha parecido la forma más optimizada para diseñar el recorrido, asegurando el paso por todos los pueblos.

Consejos para usar este mapa interactivo:

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Si haces clic en cada uno de los puntos marcados en el mapa podrás ver la información detallada de ese punto.

En la parte superior del mapa, además del título, verás los siguientes iconos. Te contamos para lo que sirven:

Si haces clic en este icono podrás ampliar el mapa para verlo en pantalla completa.

Si haces clic en este icono se mostrarán las capas que componen este mapa interactivo, pudiendo activar y desactivar cada una de ellas de forma independiente.

Si haces clic en la estrella, puedes guardar el mapa como favorito.

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Recuerda que puedes hacer tus propios mapas interactivos con el vídeo-tutorial que recibirás al suscribirte de manera gratuita al blog.

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Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Villafranca de Córdoba

A menos de 25 km desde el centro de Córdoba, llegarás a la primera parada de la Ruta por el Valle del Guadalquivir: Villafranca de Córdoba.

Ubicada en el margen norte del río Guadalquivir, Villafranca de Córdoba se sitúa en la falda de Sierra Morena y muy cerca de la capital.

En Villafranca de Córdoba encontrarás, sobre todo, una amplia oferta de actividades de turismo activo y naturaleza, que se completan con una gastronomía y repostería tradicional para chuparse los dedos.

La cercanía del núcleo de población con el río ha fomentado la construcción de un embarcadero en el río Guadalquivir, donde se pueden practicar actividades acuáticas, como kayak o canoa.

Además, si haces esta ruta en los meses de verano, en Villafranca de Córdoba podrás incluir la visita al Parque Acuático Aquasierra, donde disfrutarás de una serie de piscinas y toboganes perfectos para pasar un día en familia o con amigos.

Si, en lugar de actividades acuáticas, buscas más otro tipo de experiencias en la naturaleza, en Villafranca encontrarás una serie de senderos señalizados para recorrer la sierra a pie o en bicicleta de montaña.

Una de las rutas de senderismo en Villafranca de Córdoba que puedes hacer es la que parte del área recreativa Fuente Agria (marcada en el mapa de la ruta) y sube hasta el mirador de aves, un mirador que cumple unas condiciones ideales para practicar bird watching, sobre todo, en época de migración de aves.

El Mirador de Aves también lo encontrarás marcado como punto de interés en el mapa de la Ruta por el Valle del Guadalquivir que tienes más arriba.

Si lo tuyo es poner la adrenalina a tope, en Villafranca de Córdoba tienes la opción de correr en un circuito de karting o de subirte a lo más alto y tomar perspectiva sobrevolando el Valle del Guadalquivir en un ultraligero.

Tuvimos la oportunidad de vivir esta experiencia y sobrevolar el Valle del Guadalquivir de manos de todo un experto. Sin duda, recomendamos que te pongas en contacto con Antonio para hacer esta actividad tan chula durante tu Ruta por el Valle del Guadalquivir y ver desde el aire el paisaje que estás recorriendo por carretera.

Como ves, la oferta de turismo activo en Villafranca de Córdoba es infinita. Aquí encontrarás un plan para cada gusto y para todas las edades: actividades acuáticas, de aventura, vuelo en ultraligero, karting, avistamiento de aves o bird watching…

Por si esto fuera poco, en determinadas fechas concretas, hacen un espectáculo de luz y sonido proyectado sobre el puente de hierro de Villafranca.

El entorno donde se lleva a cabo el espectáculo del puente, sobre el río Guadalquivir, hace que las luces se reflejen en el agua del río, convirtiéndolas en parte del show.

Sea cual sea el tipo de experiencias que buscas durante esta Ruta por el Valle del Guadalquivir, en Villafranca de Córdoba podrás encontrar una alternativa que te hará empezar la ruta por todo lo alto.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Adamuz

Desde Villafranca de Córdoba toma la carretera A421 para ascender poco a poco desde el nivel del río y llegar a Adamuz, la siguiente parada de esta Ruta por el Valle del Guadalquivir.

De tramo hay unos 8 km entre los dos pueblos, pero de camino te recomendamos hacer una parada.

Aproximadamente por el PK (punto kilométrico) 5, verás una señal indicando el Mirador de Sierra Morena.

Si hace buen día y tienes buena visibilidad, te recomendamos parar para disfrutar de las vistas de la sierra y de Adamuz.

El mirador tiene salida hacia delante, es decir, no vas a tener que dar la vuelta sino que el desvío se vuelve a incorporar a la carretera principal más adelante (te lo comentamos porque es una duda que nos surgió y por si te pasa lo mismo).

Una vez aparcas el vehículo, tienes un tramo de un minutito  a pie hasta llegar a la parte más elevada, desde donde tendrás las mejores vistas.

Continúa el itinerario para llegar a Adamuz.

Este pueblo del Valle del Guadalquivir, cuyo término municipal llega desde el río hasta la sierra, encontrarás sobre todo actividades relacionadas con la naturaleza y podrás hacer una visita muy especial, relacionada con el aceite de oliva y la tradición de los olivares de sierra de Adamuz.

Te recomendamos, nada más llegar, visitar el Centro del Olivar de Sierra.

Durante la visita a este centro, ubicado en una antigua fábrica de la localidad, podrás aprender más sobre la tradición del aceite de oliva en Adamuz, la historia del oro líquido que llegó a la península con los romanos o los distintos métodos de extracción de aceite, entre otras muchas curiosidades.

Por supuesto, se explican las características del Olivar de Sierra, tal y como se conoce a los campos de olivos ubicados en los alrededores de Adamuz, adaptados a la complicada orografía del terreno.

Este es un buen punto de partida para ir abriendo boca en Adamuz. Puedes continuar la visita por el centro de la localidad, donde verás la Torre del Reloj, una torre construida en el siglo XVI por el marqués de El Carpio, convertida en la actualidad en un emblema del pueblo, o la casa señorial de los Lara Ayllón, una vivienda del siglo XVIII restaurada donde se encuentra la biblioteca municipal y la oficina de turismo.

A las afueras de Adamuz se encuentran los conocidos como Montes Comunales, donde existe una red de senderos señalizados aptos para practicar senderismo a cualquier nivel.

Y no podrás irte de Adamuz sin visitar la Cueva del Cañaveralejo, la única cueva prehistórica visitable del Valle del Guadalquivir.

Se encuentra cerrada con una cancela, por lo que para hacer la visita tendrás que avisar con antelación para que te indiquen cómo proceder.

Te dejamos todos los datos prácticos para visitar Adamuz en el siguiente cuadro de recursos.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Montoro

Continuando la Ruta por el Valle del Guadalquivir, llegamos a la siguiente parada: Montoro.

Tras recorrer 17 km aproximadamente, la silueta de esta localidad, bordeada casi por completo por un meandro del río Guadalquivir, aparece inconfundible en el parabrisas de nuestro vehículo.

Antes de empezar con la visita a Montoro, te recomendamos, sobre todo si vas en un vehículo grande tipo autocaravana o furgoneta camper, que intentes aparcar por la zona de la plaza de toros o la zona de abajo.

Las callejuelas del casco histórico de Montoro son muy estrechas y, en algunos tramos, tienen una gran pendiente, por lo que te recomendamos dejar el vehículo aparcado y moverte caminando.

Gracias a la situación estratégica de Montoro, construida sobre cinco colinas y a orillas de un meandro del río Guadalquivir, por esta ubicación han pasado distintas civilizaciones a lo largo de la historia que han ido dejando sus huellas.

Parte de estas huellas pueden verse en el Museo Arqueológico Municipal, que se localiza en la ermita medieval de Santa María de la Mota, donde se encuentran algunas de las piezas más importantes halladas en el término municipal de Montoro.

Como ejemplo, la Thoracata Militar romana o la Estela del Guerrero, esta última considerada una pieza de gran importancia para la escritura ibérica, ya que los símbolos que se encuentran grabados en la estela son una mezcla de grafemas orientales e ibéricos.

Para llegar al Museo Arqueológico Municipal hay que subir a lo más alto de Montoro, donde estaban los antiguos restos del castillo alcazaba de la época musulmana.

De camino, pasearás por las calles estrechas del casco histórico de Montoro, declarado Conjunto Histórico Artístico en el año 1969.

Llaman la atención las fachadas y torres decoradas con piedra molinaza, una piedra rojiza que contrasta con el blanco de las paredes de las casas.

Pasea por la Plaza de España, donde encontrarás la Torre de Montoro, el Arco de la Cárcel o la Casa Ducal, edificio actual del Ayuntamiento de Montoro.

En el centro de la Plaza de España, también conocida como Plaza Mayor, verás una estatua de una mujer. Es la llamada “Segadora”, una representación de la diosa Ceres, en homenaje al papel de la mujer en la agricultura de esta zona.

Completa el recorrido por el casco histórico de Montoro pasando por el Arco de la Torremocha, visitando el edificio de las Tercias Catedralicias (actual museo del aceite de Montoro) o dejándote llevar por la insólita Casa de las Conchas.

La Casa de las Conchas de Montoro es el resultado de años de dedicación por parte de Francisco del Río, un vecino de la localidad que empleó su tiempo libre en decorar con conchas las paredes y los elementos arquitectónicos de su casa.

Para visitar la Casa de las Conchas de Montoro hay que pedir una cita previa poniéndote en contacto con la propietaria en los datos que te dejamos en el recuadro de recursos más abajo.

En ese recuadro encontrarás también los datos de la Oficina de Turismo de Montoro, donde tienen una serie de materiales diseñados en forma de rutas a pie para no perderte nada de la ciudad. Porque sí, Montoro ganó el título de ciudad en el año 1808.

A la hora de comer en Montoro, nosotros estuvimos en el restaurante Taberna Casa Jose (neotradición) y nos encantó la experiencia.

Además de tener unas vistas privilegiadas hacia el río, con un gran ventanal, los platos que probamos nos encantaron.

Encontramos una mezcla de cocina tradicional con un toque de sofisticación sin perder de vista la calidad del producto de cercanía y, todo eso, aderezado con un trato familiar que nos encantó.

Sin duda, te lo recomendamos.

Como también te recomendamos el oasis de tranquilidad en el que nos alojamos: el Alojamiento Rural Superior Molino La Nava.

Un antiguo molino restaurado con todo lujo de detalle y convertido en un entorno único para descansar del ajetreo de la ruta.

Nos gustaría destacar el ambiente acogedor y el trato cercano y encantador del equipo, así como la calidad de la cocina, que convirtió la cena en toda una experiencia gastronómica.

Sin duda, repetiríamos.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Villa del Río

La siguiente parada de esta Ruta por el Valle del Guadalquivir nos lleva hasta la conocida como “Puerta de Córdoba”: Villa del Río.

En unos 10 km aproximadamente, que nos llevarán a cruzar el río Guadalquivir, encontraremos en su orilla esta localidad cordobesa, que hace frontera con la provincia de Jaén.

Nada más llegar, llama la atención la torre de origen musulmán que se encuentra en la plaza de la Constitución.

Hoy alberga las dependencias del Ayuntamiento, pero en su época formó parte de un castillo construido en el siglo XI.

Nada más entrar en el edificio del Ayuntamiento verás la mezcla de elementos decorativos pertenecientes a distintas épocas de la historia de la localidad, así como la importante colección de arte que cuelga de sus paredes.

Esta exposición de pintura no solo se limita a las paredes del Ayuntamiento, sino que también se encuentra en otros edificios públicos, como el Teatro Olimpia.

El objetivo es llevar el arte a los espacios públicos de Villa del Río, para que los vecinos y visitantes puedan disfrutarlo más allá de las paredes del Museo Municipal, ubicado en la Casa de las Cadenas.

En este Museo Municipal se encuentran obras de distintos artistas de reconocido prestigio como Pedro Bueno o Ginés Liébana, tanto en exposiciones permanentes como temporales. Este acercamiento al mundo del arte en la localidad, le ha dado a Villa del Río el sobrenombre de “Villa del Arte”.

En Villa del Río también pudimos visitar la Casa Museo de Manolete. Se trata de la vivienda habitual de Paco Laguna, un entusiasmado de la figura Manolete, que ha dedicado toda su vida a recopilar objetos, recuerdos y documentos relacionados con el torero cordobés.

Entrar en la casa de Paco Laguna es como entrar en un museo que recorre la historia de España a través de la vida de Manolete.

Trajes de luces y de calle, fotografías, carteles, carretes fotográficos, objetos personales y hasta el pantalón del ayudante de Manolete con restos de sangre del torero pertenecientes al momento de la cogida mortal en Linares, un sinfín de objetos y recuerdos fruto de toda una vida dedicada al seguimiento y el estudio de la figura y la persona de Manolete.

Paco Laguna y su familia nos abrieron las puertas de su casa para que pudiéramos descubrir un lugar muy especial de Villa del Río, ya que no se trata de un museo al uso y, por eso, las visitas hay que concertarlas previamente y deben estar justificadas.

Si te gusta el mundo del toreo o si sientes especial curiosidad por la figura de Manolete, más abajo te dejamos los datos para que puedas concertar la cita y, ojalá pronto, estos fondos puedan estar expuestos en un museo o en un espacio dedicado.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Cañete de las Torres

De la “Villa del Arte” llegamos en 21 km a Cañete de las Torres o, si continuamos con los sobrenombres, a “Cañete de las Flores” y ahora verás el motivo.

Rodeada por un mar de olivos, Cañete de las Torres es la siguiente parada de esta Ruta por el Valle del Guadalquivir.

Verás, nada más llegar, que en el centro de Cañete de las Torres se encuentran los restos de lo que fue un antiguo castillo musulmán, que anteriormente había sido una construcción romana y que, durante sus años más recientes se ha estado utilizando como vivienda particular de una familia de la localidad.

En la actualidad, se está adecuando el interior para ubicar aquí la Oficina de Turismo, así como un Museo Etnográfico y el Museo Municipal.

Es posible subir a lo más alto de la torre del castillo de Cañete de las Torres, desde donde tendrás unas vistas privilegiadas de toda la localidad y de los alrededores, concertando una visita en la dirección de correo electrónico de la Oficina de Turismo que te indicamos en el Cuadro de Recursos más abajo.

Pero, como decíamos hace unas líneas, Cañete de las Torres podría llamarse Cañete de las Flores fundamentalmente gracias a una iniciativa que se ha puesto en marcha en la localidad desde hace unos años y a los proyectos que la acompañan.

Convertir a Cañete de las Torres en un jardín botánico vivo al aire libre es el objetivo principal de la iniciativa Villa Botánica. La idea es que en todos los espacios verdes de la localidad, ya existentes o de nueva creación, se planten distintas especies que permitan al visitante hacer la visita a Cañete de las Torres como si estuviera visitando un jardín botánico.

Acompañando a esta iniciativa, se han puesto en marcha el Festival Calles en Flor y el Festival Fotosíntesis.

El primero de ellos, el Festival Calles en Flor, se celebra en el mes de mayo, coincidiendo con el festival de rejas y balcones, y el pueblo se transforma en una galería de arte floral al aire libre gracias a las intervenciones florales de artistas venidos de todas partes del mundo.

Por su parte, el Festival Fotosíntesis tiene lugar en Cañete de las Torres en otoño y, durante el mismo, encontrarás exhibiciones y muestras de arte que mezclan naturaleza y luz en los espacios públicos de la localidad, creando una combinación de música, gastronomía, tecnología y botánica única en la provincia.

Además de estas dos muestras puntuales, en Cañete de las Torres existen rincones que nada tienen que envidiar a los patios de Córdoba.

Un ejemplo de estos rincones es el conocido como Barrio del Francés. En las estrechas calles de este barrio, a las que se accede por un pintoresco arco pintado en blanco y azul, encontrarás un espacio donde se respira el típico ambiente cordobés, con las macetas colgadas en las paredes y las flores coloreando las fachadas.

Son los propios vecinos de Cañete de las Torres los que se encargan de mantener las macetas y el paisaje de esta Villa Botánica, detalle que da aún más valor.

Otro de los principales atractivos de esta parada de la Ruta por el Valle del Guadalquivir es su gastronomía, la cual se integra en las actividades de los distintos festivales que se celebran en el pueblo, por ejemplo, consiguiendo hacer un salmorejo de récord.

En la edición del festival Calles en Flor de 2022 se hicieron casi 600 kilos de salmorejo, que se repartieron para degustación de los vecinos y visitantes.

Y es que, en Cañete de las Torres, cuentan con un embajador del salmorejo a nivel mundial, Matías Vega, creador y promotor de la acción “salmorejo por un tubo”.

Tuvimos la suerte de poder probar el salmorejo de Matías, junto con un menú degustación de platos típicos cordobeses, en el restaurante que regenta la familia y que se encuentra en la parte de debajo de los apartamentos turísticos donde nos alojamos.

Se trata de los Apartamentos Rurales Alcazaba de las Torres, unos apartamentos con todo lo necesario para una estancia confortable, con una cocina completa y una decoración muy original, donde pudimos descansar y recuperar fuerzas para continuar la ruta.

Pero no solo pudimos probar este plato típico cordobés, sino que a mediodía comimos en el restaurante Carpa Casero las típicas albóndigas cañeteras, un plato típico de Cañete de las Torres que consiste en un caldo con albóndigas y regado con vino de Montilla que nos supo a gloria.

Y es que la tradición y la gastronomía se dan la mano en Cañete de las Torres, junto con el producto estrella del pueblo: el aceite de oliva.

Como no podía ser de otra forma, rodeados de este mar de olivos, es de obligación visitar una almazara en Cañete de las Torres.

Existen varias almazaras que se pueden visitar. Nosotros tuvimos la oportunidad de visitar el Molino Las Tinajas, una almazara familiar, repetidamente premiada con reconocimientos de gran prestigio en el mundo del aceite, que distribuye aceite de primera calidad a nivel nacional e internacional.

Aprendimos mucho durante la visita guiada y nos encantó ver, de primera mano, cómo se pasa de la aceituna que se recoge en los campos de alrededor a la botella.

Encontrarás los datos para concertar una visita en el Cuadro de Recursos más abajo.

Para terminar el recorrido por los lugares que ver en Cañete de las Torres, te proponemos ir a las afueras del pueblo, concretamente al cementerio municipal de San Rafael.

Aquí se encuentra la escultura Escalera al cielo, un monumento con forma de escalera infinita que invita a la reflexión, no solo por su estructura y su significado, sino también por donde se encuentra situada.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Bujalance

Apenas sin darte cuenta habrás llegado de Cañete de las Torres a la siguiente parada de esta Ruta por el Valle del Guadalquivir: Bujalance.

No llega a 7 km el trayecto entre olivos que separa los dos pueblos, convirtiéndolos en un tándem perfecto para visitarlos en una misma escapada.

Para empezar la visita a Bujalance, te proponemos subir a la ermita de Nuestro Padre Jesús donde, además de visitarla, tendrás unas vistas de 360° del entorno de la campiña cordobesa y una vista global de Bujalance.

Ubicado sobre una colina, en medio de olivares centenarios, el casco histórico de Bujalance fue declarado conjunto Histórico Artístico en el año 1983, por lo que la mayor parte de lugares que ver en Bujalance se va a centrar en monumentos y sitios de interés histórico y cultural.

Para empezar la visita, te recomendamos ir a la Oficina de Turismo de Bujalance, donde te darán toda la información necesaria para no perderte nada (te dejamos los datos en el Cuadro de Recursos más abajo).

El principal monumento de Bujalance, que llama la atención desde cualquier punto de la localidad, es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y su imponente torre inclinada. La torre de la iglesia de Bujalance mide 55 metros y tiene casi la misma inclinación que la torre de Pisa, lo que le ha valido el sobrenombre de “la Torre de Pisa Andaluza”.

Si la torre te llama la atención, no te pierdas el interior de esta iglesia, construida en el siglo XVI, ya que recuerda más a una catedral que a una iglesia.

Pero no es el único atractivo de esta iglesia de Bujalance y de otros edificios religiosos.

En Bujalance se ha descubierto un fenómeno que han bautizado con el nombre de “Arquitectura del Sol”.

Tras muchos estudios y mediciones, se ha comprobado que los principales edificios religiosos de la localidad fueron construidos de manera que los rayos del sol incidieran de una forma determinada y con una intención deliberada en ciertas fechas del calendario.

Por este motivo, por ejemplo, el día de la Asunción, advocación de esta iglesia, los primeros rayos de sol entran directamente por la puerta principal dibujando una línea imaginaria a lo largo de la iglesia hasta el altar.

Te contamos más en detalle sobre la Arquitectura del Sol de Bujalance en el artículo dedicado a la Ruta Monumental por el Valle del Guadalquivir y te animamos a que, si visitas la localidad, te informes sobre este fenómeno tan interesante y singular.

Continuando con los lugares que visitar en Bujalance, sin duda, hay que continuar por el castillo alcazaba, situado en un lateral de la iglesia de la Asunción y desde donde tendrás unas vistas únicas de la torre de la iglesia.

Para visitar los restos de este castillo defensivo de origen musulmán, es necesario que solicites la visita previamente a la Oficina de Turismo (datos de contacto más abajo, en el Cuadro de Recursos).

Una vez hayas visitado el castillo, continúa la ruta turística visitando otros monumentos de gran importancia en la localidad, como la iglesia de San Francisco o el Hospital de San Juan de Dios.

Aprovecha para pasear por las calles de Bujalance con calma y fíjate en cada detalle de las fachadas de las casas señoriales que reflejan la gran importancia de la población a lo largo de la historia.

En uno de los frontales de la Plaza Mayor, o Plaza de los Naranjos, encontrarás la fachada del Ayuntamiento y, justo en el frontal opuesto, verás un edificio recientemente reformado donde nos alojamos.

Se trata de la Hospedería La Querencia, un hotel con todo lujo de detalles, que ocupa lo que fue el antiguo casino de la localidad, donde llegó a alojarse hasta el mismísimo Alfonso XIII.

Este alojamiento de Bujalance nos encantó. La decoración de las habitaciones, su ubicación y la exquisita combinación de los elementos antiguos con las comodidades más exclusivas nos enamoró.

A esto hay que sumarle la calidad humana y la cercanía de la familia que lo regenta y que se encarga también del restaurante, donde probamos las típicas “patatas rellenas” de Bujalance, una receta tradicional que cuenta incluso con su propia feria en la localidad.

También dimos buena cuenta de la gastronomía de Bujalance en el restaurante Casa Patricio, donde comimos un menú muy completo, elaborado con platos caseros y tradicionales, basados en las recetas de siempre y los ingredientes de cercanía.

Aquí probamos otro de los platos típicos de Bujalance, los cholondros. Un plato de lomo con salsa de almendras que está para chuparse los dedos y que no te puedes perder si te gusta el lomo.

Con estas recomendaciones de alojamiento y restaurantes en Bujalance, queda completa la visita a la localidad, que te recomendamos que organices con las rutas prediseñadas que encontrarás en la Oficina de Turismo.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Pedro Abad

Existen varias alternativas para llegar de Bujalance a Pedro Abad. Si te gusta conducir, hace buen tiempo y no llevas un vehículo demasiado grande, te proponemos que escojas la carretera CO-4102 que pasa por Morente, la aldea de Bujalance, donde podrás hacer una parada en el camino para pasear por sus calles.

Apenas son 13 km los que separan Bujalance de Pedro Abad, la siguiente parada de esta Ruta por el Valle del Guadalquivir.

Continuamos en el margen sur del río y volvemos a situarnos junto al paso de la autovía A4.

Si has pasado alguna vez por esta autovía, habrás visto el primer lugar que te proponemos para visitar en Pedro Abad.

Nos estamos refiriendo a la Mezquita Basharat, la primera mezquita que se construyó en España después de casi ocho siglos de historia.

En la década de los años 80, la comunidad musulmana Ahmadía construyó esta mezquita y, a día de hoy, está en activo, se puede visitar y organizan una serie de eventos y cursos de gran interés, abiertos a cualquier persona interesada en asistir.

La visita a Pedro Abad continúa en el centro de la localidad, donde se encuentra el Museo de Pintura y Escultura Rodrigo Prieto Rojas, un artista consolidado y de gran renombre nacido en Pedro Abad.

Un antiguo reloj con un mecanismo del año 1927 corona la torre de la entrada del museo.

En el interior del museo, una gran escultura de un personaje importantísimo de Pedro Abad acompaña a las pinturas de Rodrigo Prieto Rojas.

Nos referimos a la estatua de Santa Rafaela María del Sagrado Corazón de Jesús, obra de Marco Augusto Dueñas, una réplica de la estatua original que se encuentra en los jardines del Vaticano.

Santa Rafaela María nació en Pedro Abad en el año 1850 y, con su hermana, fundaron las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús.

Se puede visitar la casa natal de Santa Rafaela María en Pedro Abad, así como la iglesia dedicada a su advocación, y descubrir cómo fue la vida de esta religiosa canonizada en el año 1977 y conocida entre los vecinos como “la Santa de Pedro Abad”.

La visita a la localidad continúa con la Sala de Arte Contemporáneo de la localidad, donde se pueden ver obras de Luis Cañadas y de Venancio Blanco y donde, además, se encuentra la biblioteca municipal.

La historia de Pedro Abad, tal y como lo conocemos hoy en día, se remonta al siglo XIII, aunque existen hallazgos que confirman que este territorio lleva habitado desde mucho antes. Ejemplo de ello son los efebos de bronce encontrados en la zona del embarcadero del río Guadalquivir, datados en el siglo I de nuestra era.

La visita a Pedro Abad se completa con la visita a la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, construida en el siglo XIV en el conocido actualmente como el paseo.

De camino a El Carpio, la siguiente parada de esta Ruta por el Valle del Guadalquivir, te proponemos hacer una parada en la Presa de El Salto.

Te hablamos de esta parada en el apartado dedicado a El Carpio, por encontrarse dentro de su término municipal.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en El Carpio

Antes de llegar a El Carpio desde Pedro Abad, te proponemos una parada para visitar un enclave de gran interés y muy curioso, relacionado íntimamente con el río Guadalquivir.

Se trata de la Presa de El Salto, una presa construida sobre el río Guadalquivir en el año 1922 con el fin de regular el paso del agua para generar electricidad en la Central Hidroeléctrica de El Salto.

Tanto la presa como el edificio de la central fueron construidos en un estilo neomudéjar, dando una imagen de monumento más que de obra de ingeniería.

En la zona de la presa, este estilo neomudéjar se ve reflejado en el arco situado en uno de los extremos de la misma mientras que, en la central, el estilo neomudéjar se ver reflejado en todo el edificio, con sus cúpulas y su balcón en forma de elefante.

El conjunto formado por la presa y la central hidroeléctrica de El Salto ganaron la medalla de oro en la Exposición de las Artes Decorativas de París en 1925 y, desde entonces, se ha convertido en una de las joyas de la arquitectura industrial andaluza.

Es posible visitar el entorno por libre, aprovechar para hacer alguna ruta de senderismo o de bicicleta de montaña por la zona de la presa de El Salto y, previa cita concertada, en determinadas fechas, se ofrece la posibilidad de visitar el Museo de la Electricidad situado en el edificio de la central eléctrica.

Para más información, te puedes poner en contacto con la Oficina de Turismo de El Carpio donde te informarán de todo (datos de contacto en el Cuadro de Recursos más abajo).

Otra muestra de obra maestra de ingeniería en El Carpio es el caso de Las Grúas, un sistema que servía para elevar el agua del río Guadalquivir para regar las huertas de alrededor.

Construidas en el siglo XVI, hoy en día se pueden visitar por libre en el entorno del río Guadalquivir, cerca de la ermita de San Pedro.

En la ermita de San Pedro, situada a orillas del río Guadalquivir, se encuentra la imagen de Nuestro Señor Ecce Homo, el patrón de El Carpio.

En esta zona se celebra cada año la Romería de El Carpio y, además, es la ubicación donde, según los estudios y las excavaciones realizadas, se encontraba el núcleo original de la localidad: Alcocer.

En el siglo XIV se construyó una fortaleza, alrededor de la cual fue asentándose la población de Alcocer en busca de protección y, de esta forma, se fundó El Carpio tal y como lo conocemos en la actualidad.

El único resto de esta fortaleza que ha llegado hasta nuestros días es la Torre de Garci Méndez, situada en la parte alta de la localidad, cuya visita es muy recomendable, ya que se puede acceder a las distintas estancias y llegar a la parte alta, desde donde se tienen unas vistas privilegiadas de El Carpio y del Valle del Guadalquivir.

Para visitar la Torre de Garci Méndez, hay que concertar una visita con la Oficina de Turismo de El Carpio (datos de contacto en el Cuadro de Recursos más abajo).

La parte inferior de la torre y los espacios aledaños, utilizados históricamente como graneros y aljibes, se han integrado, por una parte, en la construcción del Teatro Municipal como zona de los camerinos y, por otra, se ha destinado a albergar el Museo Histórico de la localidad y la Oficina de Turismo.

La visita de lugares que ver en El Carpio continúa con la iglesia de la Asunción, situada muy cerca de la Torre de Garci Méndez.

Construida sobre los cimientos de una antigua iglesia mudéjar, durante la Guerra Civil perdió gran parte de sus tallas de más valor histórico, por lo que las figuras de imaginería que se pueden ver en la actualidad en el templo y que cuentan con un gran valor artístico son posteriores al conflicto.

El gran secreto de la iglesia de la Asunción de El Carpio se encuentra bajo el suelo de la misma. Se trata de una cripta excavada debajo de la capilla mayor y que fue construida para servir de mausoleo de los Señores de El Carpio.

En la actualidad no hay ningún enterramiento en su interior, pero la estructura y la decoración la convierten en un lugar de gran interés para el visitante.

A la iglesia de la Asunción y a la ermita de San Pedro se suma la capilla del Colegio de la Piedad y el monumento de la Inmaculada, construido en el siglo XVIII, para completar la oferta de edificios de interés religioso de la localidad.

Las casas solariegas de El Carpio son testigos de la rica historia con la que cuentan sus calles. El principal ejemplo de estas viviendas es el Palacio Ducal, construido por los señores de Haro y Sotomayor en entre los siglos XVII y XVIII.

Hoy en día, el Palacio Ducal de El Carpio alberga espacios públicos, como la biblioteca municipal.

Es posible que paseando por las calles de El Carpio te llamen la atención los coloridos murales de algunas de sus fachadas.

Estas obras de arte contemporáneo son el resultado de las distintas ediciones del Festival Scarpia, que cada año reúne en El Carpio artistas de reconocido prestigio nacional e internacional para plasmar sus obras en las paredes vacías de la ciudad.

Para terminar la visita de El Carpio queremos hablarte del alojamiento en el que nos quedamos y donde también pudimos disfrutar de su gastronomía.

Se trata del Restaurante Hotel Macami, con una ubicación perfecta, muy cerca de la entrada a El Carpio, y con aparcamiento en la propia puerta. Por si esto fuera poco, pudimos descansar y recuperar fuerzas para continuar con la Ruta por el Valle del Guadalquivir, disfrutando de un relajante baño en el jacuzzi de la habitación.

Completamos la experiencia con la cena en el restaurante del hotel, donde degustamos una gastronomía casera, con ingredientes de primera calidad, que sin duda recomendamos si vas a El Carpio, ya sea para cenar o para comer a mediodía.

La gastronomía de El Carpio tiene su máximo exponente en un plato de reciente creación y que aspira a convertirse en el plato típico de la localidad.

Se trata de Tallarines frescos (de Pastas Gallo), con guiso de rabo de toro cordobés y verduritas de la huerta carpense.

No tuvimos la oportunidad de probarlo, pero estamos seguros de que volveremos para degustar esta combinación de sabores locales e ingredientes de kilómetro cero, ya que en este pueblo de Córdoba se encuentra la fábrica de Pastas Gallo.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Encinarejo

Continúa la Ruta por el Valle del Guadalquivir siguiendo el cauce del río que te llevará a pasar por Córdoba capital, donde podrás aprovechar para visitar la ciudad o, si ya has hecho la visita, podrás continuar hasta la siguiente parada: Encinarejo de Córdoba.

Desde El Carpio son 48 los kilómetros que hay que recorrer para llegar a Encinarejo.

Esta parada, a pocos kilómetros de la capital cordobesa y muy cerca de Medina Azahara, otra de las visitas imprescindibles que hacer en Córdoba, te llevará a una de las localidades más recientes de la provincia.

El origen de Encinarejo se remonta al año 1949, como uno de los proyectos del Instituto Nacional de Colonización.

Gracias a este proyecto, llegaron a Encinarejo 83 familias para repoblar el territorio y trabajar el campo.

En estos escasos 70 años de existencia de Encinarejo, ha conseguido desarrollarse de tal manera que se ha convertido en una Entidad Local Autónoma de Córdoba y se ha establecido como un oasis de tranquilidad a dos pasos de la ciudad.

Como lugares que visitar en Encinarejo podemos destacar la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y San Roque y la plaza donde se encuentra el Ayuntamiento, así como el entramado rectilíneo de calles y manzanas geométricas, con casas muy similares entre sí, característica común de las poblaciones de reciente creación del siglo pasado.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Almodóvar del Río

Muy cerca de Córdoba, y a tan solo unos 9 km de Encinarejo, te proponemos la siguiente parada de esta Ruta por el Valle del Guadalquivir: Almodóvar del Río.

Cuando te vayas acercando por la carretera, la silueta inconfundible de su castillo sobre el cerro “el Redondo” te irá guiando el camino.

El Castillo de Almodóvar del Río, una antigua fortaleza defensiva construida alrededor del año 740 y reconvertida en vivienda por el XII Conde de Torralva, es uno de los principales atractivos turísticos de Córdoba y uno de los lugares más visitados de la provincia.

La visita al Castillo de Almodóvar se puede hacer por libre, con una guía especializada o mediante una visita teatralizada, en la que personajes de la época y relacionados con el castillo te irán contando la historia y curiosidades del lugar.

Es una visita muy entretenida, sobre todo si haces esta ruta por la provincia de Córdoba con niños, pero también para los más mayores (te dejamos toda la información más abajo en el Cuadro de Recursos).

Dentro de las distintas torres y dependencias del castillo encontrarás exposiciones de material relacionado con el pasado del lugar que te ayudarán a entender mejor lo que estás viendo.

Las vistas desde el Castillo de Almodóvar sobre el Valle del Guadalquivir, dejando a un lado Sierra Morena y, al otro, la campiña cordobesa, fueron en su día la clave para su construcción en este montículo ubicado a orillas del río Guadalquivir.

En la actualidad, esta misma ubicación es lo que lo convierte en un lugar mágico, origen de leyendas y escenario de películas y series de televisión, como Juego de Tronos, por ejemplo.

Pasea por las murallas del castillo, entra en la sala de los cuadros, donde distintas obras de arte cobran vida para explicarte curiosidades del lugar, y déjate llevar hasta las profundidades de la mazmorra.

Toda una experiencia y una visita obligada en esta Ruta por el Valle del Guadalquivir, pero no la única.

Ya abajo del castillo, te proponemos hacer una visita a pie por Almodóvar del Río y sus calles.

Si vienes con un vehículo grande, lo mejor será dejarlo aparcado a las afueras y moverte a pie. Existen varias zonas de aparcamiento habilitadas en Almodóvar del Río y que encontrarás indicadas más abajo en el Cuadro de Recursos.

Una buena forma de descubrir Almodóvar del Río, sus monumentos principales y su historia es siguiendo los itinerarios que te proponen desde la Oficina de Turismo por el casco histórico y con los que no te perderás ni un detalle.

Podrás visitar la Exposición Arqueológica Municipal, donde encontrarás distintas muestras de restos arqueológicos encontrados en las inmediaciones de Almodóvar y que confirman el paso por este territorio de distintas culturas a lo largo de la historia.

Nos llamaron la atención los restos de asas de ánforas romanas encontrados y expuestos en este centro y es que, en esta zona del río Guadalquivir, tanto en Almodóvar como en los pueblos cercanos, como Ochavillo del Río, se fabricaban ánforas para transportar el aceite de oliva por el río Guadalquivir en barcos hasta Cádiz, desde donde se distribuía por todo el Mediterráneo.

Además del Castillo de Almodóvar y el casco histórico de la localidad, la oferta turística de Almodóvar del Río se completa con actividades acuáticas y de turismo activo en el embalse de La Breña II.

Reconocida como una de las mejores playas de interior de Andalucía, los deportes acuáticos o de aventura son una forma perfecta de completar esta parada de la Ruta por el Valle del Guadalquivir.

Para cargar las pilas, comimos en el restaurante D’Copete, donde encontramos un menú muy variado, con platos tradicionales y alternativos, cuidando siempre la calidad del producto y el buen servicio.

En cuanto al alojamiento en Almodóvar del Río, nos quedamos en el Hostal Restaurante San Luis, donde pudimos descansar, reponer fuerzas y disfrutar de una cena completa y muy rica, aprovechando el fin de semana temático micológico.

Y es que en este restaurante de Almodóvar del Río, algunas fechas concretas, hacen unas actividades temáticas que completan con un menú adaptado a los productos correspondientes.

Por ejemplo, cuando nos alojamos nosotros, era el fin de semana de las setas. Hacían una excursión por la sierra con un experto en setas y completaban la experiencia con un menú basado en este producto.

Por eso tuvimos la suerte de probar unas riquísimas croquetas de boletus.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Posadas

Continuando la Ruta por el Valle del Guadalquivir, siguiendo el sentido que marcan las aguas del río hacia su desembocadura, en unos 10 km por la carretera A-431 llegarás a la siguiente parada: Posadas.

El nombre de este pueblo nos desvela su historia más reciente. Y es que, ubicada en el camino entre Córdoba y Sevilla, fueron muchos los viajeros que paraban a pasar la noche y recuperar fuerzas en las distintas posadas y fondas que había en la localidad.

Uno de los viajeros más ilustres que pasaron por Posadas fue Gonzalo Silvestre, uno de los integrantes de la expedición que descubrió La Florida y amigo del Inca Garcilaso de la Vega, considerado como el padre de la literatura iberoamericana, que pasó también en varias ocasiones por la localidad.

De ahí que una de las rutas que se puede hacer por Posadas sea la Ruta Americanista, conociendo más en profundidad la relación de este pueblo del Valle del Guadalquivir con la historia de los primeros viajes a América.

La visita al casco histórico de Posadas se completa con la visita al conocido popularmente como “arquito”, que se corresponde con la puerta de levante de lo que fue la fortaleza defensiva de Posadas, construida en el siglo XIV, y parte de la cual queda aún visible en la torre del campanario de la parroquia de Santa María de las Flores.

La fuente de los lavaderos, que servía para abastecer de agua a la población del castillo y que, posteriormente, sirvió para calmar la sed de viajeros y animales que hacían el camino entre Córdoba y Sevilla, con el paso del tiempo se convirtió en lugar de encuentro de las mujeres que iban a lavar la ropa.

En la actualidad, una escultura de bronce del artista José Manuel Belmonte rinde homenaje a esas mujeres lavanderas de la localidad.

Además de todos estos lugares históricos, no puedes irte de Posadas sin visitar el Paseo Pedro Vargas, la ermita de Jesús, construida en el siglo XVI sobre los restos de una construcción visigoda, y el puente que cruza el río Guadalquivir, diseñado por el arquitecto Eduardo Torroja con la peculiaridad de tener los arcos (ojos) invertidos.

Sin embargo, el hallazgo de numerosos restos arqueológicos confirma que la historia de Posadas como lugar de asentamiento de civilizaciones se remonta muchos miles de años atrás.

En el Parque Periurbano de la Sierrezuela de Posadas, se encontraron los restos de dos dólmenes megalíticos muy bien conservados y que, en la actualidad, se pueden visitar en este entorno protegido de palmital y pinares.

En la Sierrezuela también se ha construido el Parque de la Prehistoria de Posadas, la recreación de un poblado prehistórico dedicado al turismo experiencial, donde se van a hacer actividades y talleres relacionados con la forma de vida de nuestros antepasados.

Completamos la visita al parque periurbano de Posadas comiendo en el Bar La Sierrezuela, donde la cocina tradicional cordobesa se degusta en un entorno privilegiado, rodeados de naturaleza, con vistas a la campiña cordobesa y un trato familiar exquisito.

Pero aquí no termina la oferta de turismo activo de Posadas.

En la falda de la Sierrezuela, concretamente en la zona ocupada por el antiguo cortijo de Paterna, se encuentra la fuente que toma el mismo nombre.

Conocida como “el pilar de Paterna”, esta fuente abrevadero medieval llama muchísimo la atención por su buen estado de conservación y por su tamaño.

Ubicada junto a la Cañada Real Soriana, esta fuente ha servido durante siglos para dar de beber a las personas y los animales que pasaban por aquí.

Desde este pilar de Paterna sale una ruta de senderismo que une el paisaje natural con la historia más antigua de Posadas.

En unos 5 km llegarás hasta la Cantera Honda, una cantera romana, del siglo I de nuestra era, de donde se extraían bloques de piedra destinados a ser utilizados en la construcción de los molinos de la zona.

Visitar la Cantera Honda de Posadas es como abrir un libro en la historia, ya que en este entorno parece que el tiempo se ha detenido y se puede ver cómo se extraían las piedras en época romana.

Además de por su nutrida historia, Posadas se ha convertido en la actualidad en un lugar de moda.

No lo decimos nosotros, sino que nos remitimos a los hechos.

El diseñador Palomo Spain, nacido en este pueblo del Valle del Guadalquivir, ha elegido establecer su taller en el lugar de donde vienen sus raíces.

Por tanto, desde este rincón de la provincia de Córdoba, salen creaciones que desfilan por las principales pasarelas de todo el mundo.

Para recuperar fuerzas después de un día intenso en Posadas, cenamos en el restaurante Mesón Las Posadas del Rey, donde probamos platos típicos de la localidad, como la mazamorra, una receta incluida en el recetario histórico del municipio, y recibimos un trato familiar que nos hizo sentirnos como en casa en este lugar cargado de historia. Como curiosidad, se trata de uno de los pocos Mesones Rurales que hay en la provincia de Córdoba.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Hornachuelos

A 15 km de Posadas y en pleno Parque Natural Sierra de Hornachuelos, llegamos a la siguiente parada de esta Ruta por el Valle del Guadalquivir: Hornachuelos.

El término municipal de Hornachuelos es el término municipal más grande de la provincia de Córdoba, sin tener en cuenta el de la capital, y gran parte de este se encuentra ocupado por el Parque Natural.

Por tanto, además de visitar la localidad de Hornachuelos, enclavada en una ubicación casi imposible al borde de un precipicio en forma de acantilado hacia el río Bembézar, la visita a la localidad se va a centrar en actividades de naturaleza y de turismo activo para aprovechar en entorno privilegiado de este pueblo.

Pero antes de abandonar el casco histórico, queremos destacar el recinto amurallado y el castillo de Hornachuelos.

Construido entre los siglos X y XI, este conjunto arquitectónico es testigo de la importancia de este enclave estratégico durante la época medieval.

Pero son muchos los restos prehistóricos encontrados en las inmediaciones de Hornachuelos, sobre todo, gracias a la gran cantidad de cuevas naturales y abrigos excavados en esta zona de Sierra Morena.

Para conocer los itinerarios y las rutas de senderismo de Hornachuelos, puedes visitar el Centro de Recepción de Visitantes del Parque Natural, la Oficina de Turismo de Hornachuelos o consultarlos en la página web de turismo (todos los datos te los dejamos en el Cuadro de Recursos más abajo).

La ruta de senderismo más popular de Hornachuelos puede que sea la ruta que recorre la orilla del embalse del Bembézar y llega a las inmediaciones del Seminario Nuestra Señora de los Ángeles.

Pero existe otra manera más cómoda y original de llegar a ver el imponente seminario de Hornachuelos y es navegando por el Embalse del Bembézar en un barco solar.

Tuvimos la oportunidad de disfrutar de esta actividad organizada por la empresa Río Secreto y nos encantó la experiencia de navegar por “los fiordos cordobeses” como se conoce a este entorno de Hornachuelos.

Pero esta no fue la única actividad que hicimos en el que se considera el parque multiaventura más grande de Andalucía, sino que nos atrevimos a lanzarnos en un circuito de tirolinas que atraviesan una de las colas del pantano del Bembézar y la experiencia fue brutal.

Los monitores estuvieron en todo momento pendientes de que nos sintiéramos bien y seguros, lo que nos ayudó a lanzarnos, poner la adrenalina a tope y disfrutar al máximo.

En el parque multiaventura Río Seco cuentan con actividades para todas las edades, en grupo, en familia o en pareja, y gracias al entorno donde se sitúa, junto a la presa del Bembézar, la oferta engloba todo tipo de actividades: acuáticas, tirolinas, puentes colgantes, escalada, etc.

Por si esto fuera poco, continuamos la experiencia de turismo activo y de naturaleza en Hornachuelos en el Centro de Naturaleza Cañada Verde.

Cañada Verde es un espacio dedicado al contacto con la naturaleza, al aprendizaje del entorno y a la diversión, donde además, tuvimos la oportunidad de alojarnos.

En el Parque de Exploradores descubrimos un entorno único, esculpido por el paso del tiempo y la naturaleza, donde encontramos rincones tan singulares como el Bosque Encantado, un sendero de la Prehistoria o el parque multiaventura con tirolinas acrobáticas.

Nos ha encantado y nos ha parecido muy original la forma en la que Andrés y su familia han sabido aprovechar este trocito del Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos para el disfrute y la reconexión con la naturaleza de grandes y pequeños.

En la visita al Centro de Naturaleza Cañada Verde, paseamos por un bosque de almeces único en Europa, nos asomamos a una antigua cueva de bandoleros y nos aventuramos a recorrer el oscuro pasaje tenebroso.

Nos faltó bañarnos en el que hemos bautizado como “el cenote de Sierra Morena”, así que volveremos con más tiempo.

Pasamos una tarde apasionante y descansamos muy bien rodeados de naturaleza en una de las habitaciones ubicadas en el mismo centro, en la que no faltaba un detalle.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Palma del Río

La Ruta por el Valle del Guadalquivir continúa y, tras recorrer 19 km, llegamos a la siguiente parada de esta Ruta por el Valle del Guadalquivir: Palma del Río.

Si Villa del Río era el primer pueblo de la provincia de Córdoba y limitaba con Jaén, Palma del Río es el último pueblo al oeste de la provincia de Córdoba y limita con Sevilla.

Además, se encuentra situado entre dos de los principales ríos de Andalucía, el río Guadalquivir y el río Genil, muy cerca del punto en el que se unen sus aguas.

Esta ubicación entre ríos y en el camino entre Córdoba y Sevilla, rodeado de tierras muy ricas para el cultivo, ha otorgado a Palma del Río un papel de gran importancia a lo largo de la historia del Valle del Guadalquivir.

El establecimiento en la localidad de órdenes religiosas durante el siglo XV, con la fundación del convento de Santo Domingo o del Hospital de la Caridad, entre otros, y la presencia de familias de renombre, como los Portocarrero, sobre todo en los siglos XVI y XVII, fueron claves para el desarrollo económico de Palma del Río.

Los vestigios de esa época de esplendor han llegado a nuestros días en forma de monumentos y edificios de gran valor cultural e histórico.

La mayor parte de los monumentos de Palma del Río se encuentran dentro del recinto amurallado de la ciudad, declarado Bien de Interés Cultural.

Las murallas que rodean el recinto están datadas en la época almorávide y almohade y formaban parte de un castillo del cual se pueden ver todavía los restos de la Alcazaba, convertidos en un gran parque donde se ha situado el museo de cítricos al aire libre.

En este museo de cítricos encontrarás una muestra de árboles con distintas variedades de naranjas, el cultivo estrella de Palma del Río.

Para acceder dentro del recinto amurallado de Palma del Río existen distintas puertas, siendo una de las más importantes la Puerta del Sol, junto a la Plaza de Andalucía, que fue integrada como parte del Palacio de los Portocarrero.

Junto a la Puerta del Sol de la muralla se encuentra la Casa Alhóndiga que, actualmente, alberga la Oficina de Turismo de Palma del Río.

Desde esta puerta se ve, al fondo, otro de los elementos más destacables de la monumentalidad de la localidad: la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción.

La parroquia fue construida en el siglo XVIII y, su torre, que se puede ver desde cualquier punto de la localidad, es seña de identidad de Palma del Río.

Muy cerca de la parroquia de la Asunción se encuentra el convento de Santa Clara, restaurado y reconvertido en centro cultural y hospedería.

En su interior, se puede visitar uno de los museos más originales de la provincia de Córdoba: el Museo de Victorio y Lucchino.

Este espacio, dedicado a la moda y al mundo del diseño, recoge parte de la magnífica obra de los célebres diseñadores, ya que uno de ellos, Victorio (José Víctor Rodríguez), nació en Palma del Río y siempre han estado muy unidos a la ciudad.

Sin duda, creemos que es una visita imprescindible en esta Ruta por el Valle del Guadalquivir.

Pero no es el único museo que se puede ver en Palma del Río, sino que también está el Museo de Manuel Benítez “el Cordobés”, donde aprendimos mucho más sobre la figura de este torero íntimamente relacionado con la localidad, o el Museo Municipal, ubicado en el antiguo edificio de las caballerizas y donde verás piezas de arqueología encontradas en la zona, así como elementos etnográficos y obras de arte.

La visita a Palma del Río continúa fuera del recinto amurallado en lugares tan emblemáticos como en convento de San Francisco, convertido actualmente en hotel restaurante y donde tuvimos el privilegio de alojarnos y cenar.

El Hotel Monasterio de San Francisco ocupa el edificio del convento original, construido en el siglo XV, y que estuvo muy relacionado con el comercio de Las Indias y los primeros viajes a América. Todavía es posible ver restos y recuerdos de esta parte de la historia en los pasillos y las habitaciones del hotel.

Poder descansar en un entorno que parece haberse detenido en el tiempo, en una habitación a la que no le faltaba un detalle para pasar una estancia tranquila, desconectar del ajetreo del día, y reponer fuerzas para continuar la ruta en coche por el Valle del Guadalquivir, sin duda, fue toda una experiencia que repetiríamos.

Además, pudimos pasear por sus claustros y visitar su huerta, donde cultivan los productos con los que elaboran las recetas de temporada y que probamos durante la cena en su restaurante, situado en la Sala de Capitulaciones del convento.

La tranquilidad que se respira en el lugar, tan impregnado por los acontecimientos históricos, combina a la perfección con la experiencia gastronómica, tanto de la cena como del desayuno.

Sin duda, han sabido conjugar la tradición del espacio con los productos de calidad kilómetro cero, sin perder de vista la excelencia de un servicio exquisito.

Para culminar la visita a Palma del Río, te proponemos subirte al vehículo para visitar dos lugares que se encuentran a las afueras del pueblo, pero que, sin ellos, la visita quedaría incompleta.

Por un lado, cruzando el río Guadalquivir por el Puente de Hierro, construido por el taller de Cail, que formo parte del equipo de construcción de la Torre Eiffel, llegarás hasta la ermita santuario de la Virgen de Belén.

En este recinto, podrás visitar el santuario de la Virgen de Belén, patrona de Palma del Río, así como el manantial que dio origen a este lugar. Además, tendrás unas vistas privilegiadas sobre Palma del Río abriéndose paso en un mar de naranjos.

Y en relación a los naranjos es el segundo lugar que te proponemos para terminar la visita a Palma del Río.

Se trata de los Pagos de Huertas, unas construcciones típicas que se hacían en los campos de naranjas, en principio como espacios dedicados a las labores del campo y que, con el tiempo, fueron readaptándose para convertirse en viviendas o segundas viviendas de los palmeños.

Existe la posibilidad de hacer unas rutas de senderismo o de bicicleta para descubrir los Pagos de Huertas más míticos.

Encontrarás toda la información en la Oficina de Turismo de Palma del Río (datos de contacto más abajo, en el Cuadro de Recursos).

La experiencia gastronómica en Palma del Río la completamos con un menú degustación en el Restaurante Balma.

Encontramos una cocina de vanguardia, a base de ingredientes tradicionales y platos de siempre reinterpretados para sorprender a los sentidos.

En Balma, nada es lo que parece, especialmente el postre. Pero no contamos más, porque queremos que si visitas Palma del Río, pruebes la experiencia en primera persona.

Como ves, la importante y rica historia de Palma del Río, con sus contrastes y particularidades, hace que sean muchos los rincones que visitar en la localidad.

Por tanto, para asegurarte de que no te pierdes ningún sitio que ver en Palma del Río, te recomendamos informarte bien previamente y, si puedes, que hagas una visita guiada.

De esta forma también podrás entrar en lugares que, normalmente, se encuentran cerrados, como la capilla de las Angustias, ubicada en el interior de una de las torres de la muralla y a la cual solo se puede acceder con una llave.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Ochavillo del Río

Salimos desde Palma del Río y, en esta ocasión, volvemos a remontar el río Guadalquivir para comenzar la vuelta hacia la capital Cordobesa, esta vez por la otra orilla del río.

Son 17 los kilómetros que separan Palma del Río de la siguiente parada: Ochavillo del Río.

Este es el primer contacto que tendrás en esta Ruta por el Valle del Guadalquivir con las Nuevas Poblaciones de Carlos III.

Para no extender demasiado esta ruta y como ya lo hemos explicado con detalle en otro artículo, te recomendamos que para saber más sobre el contexto histórico y el origen de los pueblos que vamos a visitar a continuación, te recomendamos que leas el artículo de la Ruta tras las Huellas de Carlos III por el Valle del Guadalquivir.

Hasta Ochavillo del Río llegaron familias del centro de Europa en el proyecto de colonización que Carlos III puso en marcha para repoblar esta zona en el siglo XVIII.

Ochavillo del Río forma parte de la Colonia de Fuente Palmera, aunque está establecida administrativamente como Entidad Local Autónoma.

Todavía hoy se puede ver el origen colonial en Ochavillo, por ejemplo, en la estructura y la distribución rectilínea de las calles que parte desde una plaza central.

En esta plaza, conocida como Plaza Real, se encuentra uno de los ejemplos mejor conservados de fachada de casa colonial.

En un lateral de la Plaza Real verás la fachada de una casa con una pequeña ventana sobre la puerta. Según estudios e investigaciones, así eran originariamente las casas que se entregaron a los colonos que llegaron a esta zona de la provincia de Córdoba.

Ochavillo del Río está situado muy cerca de la orilla del río Guadalquivir y se han encontrado restos en las inmediaciones de antiguos hornos donde se hacían las vasijas de barro para transportar el aceite de oliva por el río hasta Cádiz, para ser distribuido por el Mediterráneo, como ya vimos en la Exposición Arqueológica de Almodóvar del Río.

Además, su ubicación le ofrece unas vistas privilegiadas del río y de los pueblos de alrededor, haciéndole valer el sobrenombre de “el balcón del Guadalquivir” o “la ventana del Guadalquivir”.

Para disfrutar de estas vistas solo tienes que salir un poco del casco urbano.

Te proponemos pasear por las calles de Ochavillo del Río, impregnarte de la tranquilidad de este destino rural cordobés y, si puedes, no te vayas sin probar su gastronomía.

La relación cantidad y variedad en los platos que encontrarás en los bares y restaurantes de Ochavillo del Río es uno de sus grandes atractivos. Si te coincide en el calendario, las fiestas populares, como la feria o el miércoles de ceniza, son buena época para vivir el ambiente festivo de esta localidad.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Fuente Carreteros

La Ruta por el Valle del Guadalquivir continúa recorriendo los pueblos pertenecientes a las colonias de Carlos III.

Tras recorrer 15 km desde Ochavillo del Río, llegarás a la siguiente parada: Fuente Carreteros.

Del mismo modo que en el caso anterior, para entender mejor el origen de Fuente Carreteros y de toda la Colonia de Fuente Palmera, te recomendamos leer la Ruta de Carlos III por el Valle del Guadalquivir.

Una vez te hayas empapado de historia, continúa por aquí para descubrir qué ver y qué hacer en Fuente Carreteros.

Hay que aclarar que, aunque originariamente Fuente Carreteros era uno de los núcleos de población de la Colonia de Fuente Palmera, en el año 2018 se separó convirtiéndose en municipio independiente.

Nada más llegar, a la entrada del pueblo, verás un pequeño monumento dedicado a “los locos”. Y es que el Baile de los Locos es una de las principales singularidades de Fuente Carreteros.

De origen incierto, aunque según algunos estudios confirman que lo trajeron a la zona los primeros pobladores de la colonia procedentes del centro de Europa, cada 28 de diciembre se celebra en Fuente Carreteros este evento, en el que un grupo de jóvenes del pueblo danzan para rememorar la matanza de Herodes.

Es un día festivo en Fuente Carreteros y que cada vez atrae a más visitantes a la localidad.

Además del Baile de los Locos, también se hace el Baile del Oso, con el fin de ahuyentar a los malos espíritus y la oscuridad del invierno, un vecino se disfraza de oso y, otro, de domador y hacen una especie de baile.

Se han encontrado pruebas de que este baile se replica, de manera muy similar, en rincones de los Alpes, lo que confirma casi por completo que fueron esos primeros pobladores los encargados de traerlo a la localidad y todavía perdura esa tradición.

Continuando la visita a Fuente Carreteros, llegarás a la Plaza Real, la plaza característica de las Nuevas Poblaciones de Carlos III y desde la que se distribuye el resto de manzanas con calles lineales.

En la Plaza Real de Fuente Carreteros encontrarás la iglesia, dedicada a la virgen de Guadalupe, así como la antigua casa del cura, que hoy alberga el Ayuntamiento de Fuente Carreteros.

Aprovechamos y comimos en el Bar Chiri, uno de los bares de la plaza, donde pudimos dar buena cuenta de la calidad de la gastronomía de Fuente Carreteros.

Estaba todo buenísimo y, además, los platos eran bastante generosos. No nos extraña que gente de toda la provincia venga hasta Fuente Carreteros a comer a sus bares y restaurantes.

Seguimos la visita por Fuente Carreteros y llegamos hasta la fuente que da origen al municipio.

Tal y como demuestran algunas investigaciones, el nombre de Fuente Carreteros se debe a que, en el lugar donde se encuentra esta fuente, paraban los viajeros y “carreteros” que iban desde Palma del Río a Écija.

De ahí el nombre de la localidad: Fuente Carreteros.

Junto a la fuente se encuentra la Casa Grande, un local con todo lo necesario para que, quien lo solicite, pueda celebrar cualquier tipo de evento.

Esta es solo una muestra del carácter comunitario y solidario que encontramos en Fuente Carreteros y que, culmina, en forma de cooperativa local.

Existe una cooperativa de consumo a nivel local, de la que forman parte los vecinos, y que ha sido motivo de estudio por parte de interesados a nivel nacional e internacional.

Después de esta visita por Fuente Carreteros, continuamos la Ruta por el Valle del Guadalquivir.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en la Colonia de Fuente Palmera

Como ha ocurrido en las paradas anteriores, hablamos largo y en detalle sobre el origen histórico de la Colonia de Fuente Palmera, tanto del núcleo de Fuente Palmera como de las aldeas que la componen.

Por eso, antes de continuar con esta ruta, te recomendamos leer, si no lo has hecho todavía, el artículo de la Ruta tras las huellas de Carlos III por el Valle del Guadalquivir.

Una vez que conocemos el origen de los núcleos de población que componen la Colonia de Fuente Palmera, estamos listos para recorrerlos.

A tan solo 7 km de Fuente Carreteros llegarás a Fuente Palmera y, de camino, ya pasarás por alguna de las aldeas.

Una buena forma de recorrerlas todas es siguiendo la ruta de las Fuentes Carolinas o siguiendo las esculturas de los Simposios de Arte celebrados en Fuente Palmera a comienzos de la década de los 2000 y que se han distribuido por los distintos núcleos de población.

De esta forma visitarás Fuente Palmera, La Herrería, Villalón, La Peñalosa, La Ventilla, Los Silillos, El Villar y La Cañada del Rabadán siguiendo el hilo conductor de las fuentes o de las esculturas, que también las encontrarás en Ochavillo del Río.

Después de ver las distintas idiosincrasias de las aldeas, te proponemos volver al núcleo de Fuente Palmera para descubrir qué ver y qué hacer en “el pueblo de las novias”, conocido así por haberse convertido en el epicentro de la moda nupcial y todos los servicios derivados.

De hecho, una de las cosas que hacer en Fuente Palmera que más nos gustó fue visitar el interior de un taller de costura de trajes de novia y de fiesta.

Son varios los que se pueden visitar, pero en nuestro caso estuvimos viendo en primera persona cómo se crean los vestidos de la prestigiosa marca Higar Novias.

Ver el proceso a pleno funcionamiento, desde que se diseña el patrón hasta el momento del envío del traje, fue una auténtica experiencia.

Desde la Plaza Real, donde se encuentra la iglesia y el Ayuntamiento, sale un entramado de calles rectilíneas que van formando las manzanas tan características de las Nuevas Poblaciones.

En la Plaza Real, además, se pueden ver dos elementos curiosos que recuerdan el origen de la Colonia de Fuente Palmera.

En la fachada del Ayuntamiento se encuentra un mural con la figura de Pablo de Olavide, superintendente de las Nuevas Poblaciones, y en la fachada de la Casa de la Memoria se encuentra un mural cerámico con los apellidos de los primeros colonos que llegaron a la zona procedentes del centro de Europa.

En Fuente Palmera debes ir con los sentidos preparados, porque en cada rincón encontrarás un guiño a ese origen colonial de la zona, como en la calle Portales, donde hay un mosaico en el suelo con el mapa original de las aldeas de la Colonia de Fuente Palmera.

Pero el máximo reconocimiento al origen se encuentra en el Parque de las Nuevas Poblaciones, donde se ha querido hacer un homenaje a todas las colonias de Carlos III, tanto a las de Andalucía como a las de Sierra Morena.

Pasear por este parque es como hacer un recorrido ficticio por las colonias, gracias a los monolitos que se han instalado con los nombres de cada núcleo de población y sus aldeas.

Además de este Parque de las Nuevas Poblaciones, te proponemos visitar el Parque del Flamenco, un espacio único e interactivo, dedicado al arte de algo tan nuestro como el flamenco.

Dividido en tres espacios diferentes: uno dedicado al toque, otro al baile y otro al cante, este centro de interpretación al aire libre ofrece la oportunidad de aprender más sobre los mayores exponentes del flamenco dentro de sus áreas correspondientes.

Para ello, se han instalado unos paneles con el nombre del artista y un código QR que abre una ventana con información y un vídeo de alguna de sus actuaciones.

Además, en el paseo de entrada al parque, conocido como Calle de las Llaves de Oro, se ha rendido homenaje a los artistas que cuentan con este reconocimiento.

Esta visita nos ha parecido una buena forma de poner en contacto el arte del flamenco y el público en general, aprovechando en un entorno tan original como un parque al aire libre.

Pero estos no son los únicos parques de Fuente Palmera, ya que la localidad cuenta con distintos espacios verdes y espacios históricos recuperados, que combinan a la perfección naturaleza, arte y parques infantiles.

Para terminar la visita a Fuente Palmera, nos alojamos en el Hotel Carlos III, donde también comimos.

En el hotel Carlos III encontramos todo lo que necesitábamos para descansar después de una intensa jornada recorriendo la Colonia de Fuente Palmera.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en La Carlota

La Ruta por el Valle del Guadalquivir nos lleva a recorrer 17 km hasta La Carlota, nuestra siguiente parada.

Al llegar a La Carlota nos encontramos en otra Nueva Población de Andalucía, de la que dependen varias aldeas situadas en los alrededores, y que fueron originadas a raíz del movimiento colonial de Carlos III en el siglo XVIII.

Para conocer los detalles históricos del origen de La Carlota, revisa el artículo completo de la Ruta tras las huellas de Carlos III por el Valle del Guadalquivir, donde encontrarás la información que necesitas para organizar mejor la visita a la localidad.

La Carlota fue sede de la Subdelegación de las Nuevas Poblaciones de Andalucía, lo que la convirtió en un núcleo muy importante en la época, a lo que hay que sumarle la ubicación estratégica en el Camino Real entre Madrid y Cádiz.

Si realmente quieres conocer en profundidad el origen y la historia de La Carlota y entender lo que estás viendo en cada momento, te recomendamos hacer una visita guiada al municipio que, además, incluye la visita al Centro de Interpretación de las Nuevas Poblaciones.

El Ecomuseo Centro de Interpretación de las Nuevas Poblaciones ocupa las estancias de lo que fue la antigua cárcel de La Carlota, construida en siglo XVIII.

Durante la visita, mediante una serie de paneles explicativos, documentos históricos expuestos y audiovisuales, se explica de manera muy amena y didáctica cómo fue ese proyecto de colonización de Carlos III en la zona en la que nos encontramos, conocida en la época como el Desierto de la Parrilla.

Sin duda, es una visita imprescindible que hacer en La Carlota.

La visita continúa por los edificios más representativos de la localidad, muchos de ellos datados en la época colonial, como el Palacio de la Subdelegación de las Nuevas Poblaciones, que actualmente alberga el Ayuntamiento, o la Real Posada y Fonda, por donde pasaron muchos viajeros dejando su testimonio de lo que estaban viendo y viviendo en la zona.

Parte de estos testimonios han servido para reconstruir algunos de los detalles históricos de la época colonial y se pueden escuchar durante la visita al Centro de Interpretación de las Nuevas Poblaciones.

Otros espacios de gran interés turístico en La Carlota son, por ejemplo, el Cementerio Colonial, ya que está considerado como uno de los primeros cementerios que se construyeron a las afueras de los núcleos de población en España y se lleva utilizando, de manera ininterrumpida, desde su creación en 1769.

En su interior se pueden ver lápidas con los nombres de las primeras familias que llegaron a La Carlota procedentes del centro de Europa.

La visita a La Carlota se completa con la visita al monumento de Carlos III, que se erigió para conmemorar el segundo centenario de la promulgación del Fuero de las Nuevas Poblaciones, documento que dictaba las normas a seguir en el proceso de colonización.

Aprovecha la visita a La Carlota para conocer sus núcleos de población originales: La Carlota, La Petite Carlota (Chica Carlota), El Garabato, Aldea de Veneguillas (ahora conocida como Aldea Quintana), La Fuencubierta y Las Pinedas.

Concretamente en Aldea Quintana estuvimos comiendo en el Restaurante Baldomero, un rincón muy acogedor, con un ambiente familiar y una calidad gastronómica que nos enamoró.

Nos costaría elegir solo uno de los platos, porque estaba todo buenísimo. Sin duda, un sitio muy recomendable para comer cerca de La Carlota.

Como también recomendamos el Restaurante Doña Enriqueta, donde cenamos a lo grande y pudimos disfrutar de sus carnes a la brasa de primera calidad.

El espacio, con una decoración alternativa y muy original, se convierte en el escenario perfecto para disfrutar de un buen rato, buena compañía y un servicio excelente.

En La Carlota pasamos dos noches.

Una de ellas nos alojamos en el Hotel Carmen, en una habitación con todo lujo de detalles, que nos gustó mucho por su comodidad y limpieza.

La otra noche nos alojamos en un bungalow del Camping Carlos III, que también disponen de parcelas para tiendas de campaña, caravanas o autocaravanas y furgonetas camper. Estuvimos muy a gusto en la cabaña, que contaba con una decoración muy original, y donde teníamos todo lo que necesitamos para recuperar fuerzas y continuar al día siguiente con los últimos kilómetros de esta ruta por la provincia de Córdoba.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en La Victoria

La siguiente parada de la Ruta por el Valle del Guadalquivir es La Victoria, situada a tan solo 13 km de La Carlota.

Antes de llegar al pueblo de La Victoria, te proponemos visitar la Torre de Don Lucas, la única torre de alquería que queda en la campiña cordobesa.

Construida en el siglo XII, en la actualidad, la torre ha quedado integrada en un paraje rural, entre olivares y campos de cultivo.

En uno de los laterales de la torre hay una pequeña hornacina con una virgen y también existe una pequeña capilla con exvotos y velas en honor a la virgen.

Puedes aparcar el vehículo en las inmediaciones de la Torre de Don Lucas y hacer parte de la ruta de Arte y Naturaleza, como se conoce la ruta de senderismo que pasa por las esculturas que se crearon en el festival Art Sur.

Verás una serie de esculturas que decoran el paisaje de campos de los alrededores de La Victoria.

Gracias al Festival Art Sur, las calles de La Victoria se llenan de arte contemporáneo en cada edición y, algunas de ellas, se emplean para formar parte del paisaje de la localidad.

Además de estas esculturas, dentro del pueblo puedes hacer una Ruta de Arte Urbano siguiendo los murales distribuidos por distintas paredes y fachadas de la localidad.

Encontrarás más información sobre las rutas en la página web de Turismo de La Victoria (te dejamos los datos en el Cuadro de Recursos más abajo).

Atrás han quedado las Nuevas Poblaciones y volvemos a encontrarnos en un núcleo de población anterior a la colonización de Carlos III.

Para encontrar el origen de La Victoria hay que remontarse hasta el siglo XVI, cuando estas tierras, junto con una gran casa de labranza, fueron cedidas a los monjes del Convento de Nuestra Señora de La Victoria de Córdoba.

Esa gran casa de labranza es lo que se conoce hoy en día como “La Victoria Vieja”.

Con el tiempo, muchas familias fueron llegando hasta La Victoria para trabajar las tierras agrícolas, conformando los distintos núcleos que posteriormente han dado como resultado el pueblo tal y como lo conocemos hoy en día.

En el centro de La Victoria también se puede visitar la iglesia de San Pedro de Alcántara, construida en el siglo XIX y el Ayuntamiento, ubicado en un edificio del año 1926 en la misma plaza donde se encuentra la iglesia.

En La Victoria pudimos dar cuenta de su popular gastronomía, confirmando la generosidad de sus platos. En el Restaurante La Cocina de Estefanía, de La Victoria, fue donde probamos el flamenquín más grande de toda la Ruta por el Valle del Guadalquivir.

Ruta por el Valle del Guadalquivir: qué ver y qué hacer en Guadalcázar

En tan solo 19 km llegarás de La Victoria a Guadalcázar, la última parada de esta Ruta por el Valle del Guadalquivir.

En Guadalcázar te encontrarás a tan solo 26 km de Córdoba y, si lo ves en el mapa de la ruta, el “ocho tumbado” está casi cerrado.

El origen concreto de Guadalcázar es complicado de determinar, aunque algunos restos hallados en las inmediaciones del municipio confirman que este territorio ya estuvo ocupado en la época musulmana.

Además, el nombre Guadalcázar, podría traducirse como “el río del palacio” en árabe.

Guadalcázar fue reconquistado por Fernando III, como la mayor parte del territorio de la zona, y fue pasando entre familias ilustres de la época hasta que, en el siglo XVII se fundó en la localidad un Convento de la orden de San Bernardo.

En la localidad se fueron estableciendo distintas órdenes religiosas, construyendo conventos y monasterios que resultaron en una época de gran importancia de la localidad.

Con el tiempo, esos conventos se fueron perdiendo y, en la actualidad, solo queda en pie la iglesia de Nuestra Señora de Gracia.

Pero si hay un elemento que destaca en Guadalcázar es la conocida como Torre Mocha.

Esta torre, conocida como “mocha” por no tener tejado y terminar en plano debido a una reforma, alberga en la actualidad el Museo de Ciencias Naturales de Guadalcázar.

Además de la Torre Mocha, en el pueblo encontrarás otros elementos históricos y muy unidos a la tradición, como son los antiguos Lavaderos, totalmente restaurados, que deja ver con claridad cómo era esta fuente pública, a la que las mujeres venían a lavar.

La oferta turística de Guadalcázar se completa con las alternativas de turismo activo y naturaleza que se pueden hacer en los alrededores.

La ruta de la Dehesilla o la ruta por la Vía Verde de La Campiña, sí como el Parque Municipal de El Hecho, son algunas de las opciones que encontrarás para disfrutar de la naturaleza y la práctica de deporte al aire libre, como senderismo o rutas en bicicleta, en Guadalcázar.

Una vez hayas terminado la visita a Guadalcázar, pon rumbo a Córdoba capital, donde finalizará esta Ruta por el Valle del Guadalquivir.