La ruta por el Valle del Guadalquivir que te proponemos en este artículo tiene como hilo conductor la historia que comparten varios pueblos españoles fundados a finales del siglo XVIII.
La idea de la creación de poblaciones fundamentadas en las ideas de la Ilustración fue una iniciativa que puso en marcha Carlos III y que dio como resultado un éxodo de habitantes del centro de Europa que se establecieron en puntos estratégicos de la geografía española.
Mejorar la seguridad de los caminos principales, repoblar los desiertos demográficos que reinaban en algunas zonas de España y crear una sociedad próspera a imagen y semejanza de las ideas promovidas por los principios de la Ilustración fueron los tres principales motivos que llevaron a esta estrategia de colonización.
Como estamos haciendo un recorrido por el Valle del Guadalquivir, en esta ruta por la provincia de Córdoba vamos a centrarnos en aquellos núcleos coloniales que pertenecen a esta zona como son La Carlota, la Colonia de Fuente Palmera y Fuente Carreteros.
Para que puedas organizar esta Ruta tras las huellas de Carlos III por el Valle del Guadalquivir, encontrarás más abajo un mapa que te guiará por los distintos pueblos y aldeas.
Si te apetece conocer más en profundidad esta parte de la historia de España, abróchate el cinturón porque ¡arrancamos!
Historia breve de las Nuevas Poblaciones de Andalucía
Para entender bien qué hay más allá de la Ruta de Carlos III por el Valle del Guadalquivir, comprender lo que se está viendo en cada momento y captar el sentido del hilo conductor para ir de un pueblo a otro, consideramos que es interesante conocer el origen de estos municipios y aldeas, conocidos como Nuevas Poblaciones de Andalucía.
Por este motivo, vamos a hacer un repaso por la historia de la Colonia, pero no te preocupes, que vamos a ser muy breves y prometemos no aburrirte con datos. Ya sabes que vamos a lo práctico.
Cuando Carlos III es coronado Rey de España, allá por la mitad del siglo XVIII, se encuentra con un país atrasado y sumido en la pobreza, donde la delincuencia y los bandoleros están a la orden del día.
Como comentábamos en la introducción, con el fin de mejorar la seguridad de las principales vías y dar un impulso a la economía, decide repoblar unas zonas estratégicas.
Entre ellas se encuentra la zona del Desierto de la Parrilla, un desierto demográfico muy peligroso ubicado entre Córdoba y Sevilla, por el que pasaba el Camino Real que unía Cádiz y Madrid.
Carlos III se rodeó de grandes figuras de la Ilustración, como Pablo de Olavide, y puso en marcha un proyecto para colonizar estas zonas.
Para eso, hizo que se desplazaran hasta aquí personas de países del centro de Europa (Alemania, Suiza, Francia, Italia…), les entregó una porción de tierra, una vivienda, algo de ganado y les dio algunos privilegios.
La llegada de los colonos a la zona del Desierto de la Parrilla no fue tan idílica como se les había prometido, pero poco a poco fueron asentándose y dando lugar a los núcleos de población que se encuentran en la actualidad, parte de los cuales vamos a recorrer en esta ruta.
Existe una fecha clave: la norma que regulaba los asentamientos y los territorios se firmó el 5 de julio de 1767 y se conoce como “El Fuero de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía”. Cada 5 de julio se celebra “el día de la Colonia”.
Queremos aclarar de nuevo que los núcleos de las nuevas poblaciones de la zona que se calificó como Andalucía son cuatro: Fuente Palmera, La Carlota, La Luisiana y San Sebastián de los Ballesteros, pero en esta ruta vamos a recorrer solo los núcleos y las poblaciones que pertenecen al Valle del Guadalquivir: La Carlota, la Colonia de Fuente Palmera y Fuente Carreteros.
Ahora que ya conocemos el origen común que comparten los pueblos que vamos a visitar en esta ruta, pasemos a la ruta propiamente dicha.
La Ruta tras las huellas de Carlos III por el Valle del Guadalquivir a grandes rasgos
Antes de adentrarnos en materia y ver qué visitar en los pueblos de la Colonia del Valle del Guadalquivir, queremos hacer un resumen práctico de esta ruta de lugares históricos que ver cerca de Córdoba.
Kilómetros de la Ruta tras las huellas de Carlos III por Valle del Guadalquivir:
124 km.
Días recomendados para hacer la Ruta tras las huellas de Carlos III por Valle del Guadalquivir:
De 3 a 4 días.
Mejor época del año para hacer la Ruta tras las huellas de Carlos III por Valle del Guadalquivir:
Cualquier época del año, evitando los meses de más calor.
Recomendaciones para hacer la Ruta tras las huellas de Carlos III por Valle del Guadalquivir:
Para completar la visita a los pueblos, consulta las rutas que incluyen estos pueblos y que puedes encontrar en la Ruta por el Valle del Guadalquivir.
Mapa
Como ves en este mapa, la Ruta tras las huellas de Carlos III por el Valle del Guadalquivir la hemos planteado circular con salida y llegada a Córdoba capital.
Sin embargo, siéntete libre de adaptarla a tu procedencia y tu destino, así como a tu ritmo y a tu forma de viajar.
Consejos para usar este mapa interactivo:
Si haces clic en cada uno de los puntos marcados en el mapa podrás ver la información detallada de ese punto.
En la parte superior del mapa, además del título, verás los siguientes iconos. Te contamos para lo que sirven:
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Recuerda que puedes hacer tus propios mapas interactivos con el vídeo-tutorial que recibirás al suscribirte de manera gratuita al blog.
La Carlota: la capital administrativa de las Nuevas Poblaciones de Andalucía
La primera parada de esta Ruta tras las huellas de Carlos III por el Valle del Guadalquivir nos lleva a La Carlota, una localidad situada a unos 30 km de Córdoba.
Hasta La Carlota, llamada así en honor a Carlos III, llegaron más de 300 familias a lo largo de todo el período de colonización, desde su inicio en los años 1768 y 1769.
El origen de estas familias era, sobre todo, Alemania, Países Bajos, Suiza y la región francesa de Saboya. Sin embargo, hasta aquí llegaron también colonos españoles procedentes de la zona de Levante y otras regiones de Andalucía.
La Colonia de La Carlota comprendía, en un primer momento, los núcleos de La Carlota, La Petite Carlota (Chica Carlota), El Garabato, Aldea de Veneguillas (ahora conocida como Aldea Quintana), La Fuencubierta y Las Pinedas.
Con el tiempo, surgieron nuevos núcleos de población ampliando las tierras de la Colonia de la Carlota, con El Arrecife, El Rinconcillo, Los Algarbes, La Paz y Montealto.
La Carlota tuvo muchísima importancia durante el período de colonización, ya que aquí se estableció la Subdelegación de las Nuevas Poblaciones de Andalucía, desde donde se gestionaban las colonias de los alrededores.
Además, aquí se estableció una Real Posada y Fonda, donde pararon viajeros relevantes de la época, que dejaron testimonio del desarrollo de las Nuevas Poblaciones y de la situación que vivía la zona en aquella época.
Sin lugar a dudas, recomendamos empezar la ruta de Carlos III por La Carlota porque aquí se encuentra el Centro de Interpretación de las Nuevas Poblaciones, un espacio en el que se cuenta a la perfección, no solo el desarrollo de la colonización de Carlos III en esta zona de España, sino cómo ha sido la evolución de las familias que llegaron, cómo era su modo de vida y cómo las colonias han llegado a ser lo que visitamos hoy en día.
El Centro de Interpretación de las Nuevas Poblaciones, que también alberga paneles explicativos y vídeos con información sobre los restos arqueológicos de civilizaciones que se encontraban en la zona mucho antes de la llegada de los colonos, se encuentra ubicado en un edificio que sirvió como cárcel y del que todavía quedan vestigios que nos recuerdan la esencia del lugar.
Además de este Centro de Interpretación, en La Carlota se pueden ver edificios que fueron de gran importancia para las colonias, como son el Palacio de la Subdelegación de las Nuevas Poblaciones de Andalucía, donde hoy se encuentra el Ayuntamiento de la localidad; la Real Posada y Fonda, que alberga algunas estancias dedicadas al desarrollo cultural y administrativo de La Carlota, o el cementerio de La Carlota, considerado como uno de los primeros cementerios que se construyeron en España fuera de las iglesias, que se lleva utilizando ininterrumpidamente desde el año 1769 y está declarado como Bien de Interés Cultural.
Es inconcebible visitar La Carlota sin ver el Monumento dedicado a la fundación de las colonias. Este monumento se encuentra en el paseo principal de La Carlota, por donde pasaba el antiguo Camino Real que unía Cádiz con Madrid, en la Plaza de Konzell (llamada así en honor al pueblo de donde era Thürriegel, uno de los encargados de reclutar a familias europeas, sobre todo alemanas, para establecerse en esta zona de Andalucía).
Hoy en día, aún quedan reminiscencias de la época de la fundación de la colonia de La Carlota y la mejor forma de conocerlas es haciendo una visita guiada a la localidad.
Otros detalles que nos recuerdan que estamos en un territorio habitado por descendientes de colonos europeos es la Feria de la Cerveza de La Carlota y algunas costumbres que se siguen haciendo en la localidad relacionadas con la cultura que trajeron esos primeros pobladores.
👉 En el siguiente enlace encontrarás más información sobre La Carlota.
⭐ Si quieres hacer una visita guiada por La Carlota, te recomendamos contactar con la empresa Carolus Tours, que te explicarán a la perfección el origen y la historia de La Carlota y las Nuevas Poblaciones de La Carlota de una forma muy amena e interesante.
⭐ Si buscas alojamiento y restaurantes en La Carlota, en el artículo de la Ruta por el Valle del Guadalquivir te dejamos la información de los que hemos probado: camping Carlos III, Hotel Carmen, Restaurante Doña Enriqueta y Restaurante Baldomero.
La Colonia de Fuente Palmera: un homenaje a las Nuevas Poblaciones en cada rincón
Desde La Carlota, continuamos la Ruta de Carlos III por el Valle del Guadalquivir y, en tan solo 18 km, llegamos a la siguiente parada que te proponemos: la Colonia de Fuente Palmera.
La Colonia de Fuente Palmera estuvo formada en sus comienzos por La Herrería, Villalón, La Peñalosa, La Ventilla, Los Silillos, El Villar, la Cañada del Rabadán, Fuente Palmera, Aldea del Río (conocida actualmente como Ochavillo del Río) y Fuente Carreteros. A estos núcleos se les conocía como “departamentos”.
En 2008 Ochavillo del Río se estableció como una Entidad Local Autónoma (ELA) y, Fuente Carreteros, lo hizo como municipio independiente en 2018. Por este motivo, los incluimos en esta ruta por las colonias del Valle del Guadalquivir como paradas aparte.
A los diez departamentos originales llegaron familias de distintos países del centro de Europa, como Alemania, Italia o Francia, así como de otros puntos de la geografía española, y se fueron distribuyendo por nacionalidades.
Te recomendamos visitar primero su núcleo principal, Fuente Palmera, y después hacer un recorrido para visitar los distintos departamentos y comprobar que, con el tiempo, aunque todos tuvieron un origen común, cada una de las aldeas ha ido desarrollando su propia idiosincrasia.
A Fuente Palmera, como ya hemos visto en la Ruta de la Moda por el Valle del Guadalquivir, se la conoce a nivel internacional como “el pueblo de las Novias” debido a su potente industria en el sector de las bodas, sobre todo, basada en el diseño y confección de trajes de novia y fiesta.
Solo hay que dar un paseo por las calles de Fuente Palmera para ver la cantidad de comercios dirigidos a este sector.
Pero dando un paseo por la localidad también encontrarás detalles que te ayudarán a descubrir la historia del origen de la localidad.
Por ejemplo, el trazado rectilíneo de sus calles, que parten de la Plaza Real (la plaza central típica de las Nuevas Poblaciones) en la que se encuentran la iglesia y el pósito, un edificio que servía para guardar el grano de los colonos.
En la Plaza Real de Fuente Palmera, en la actualidad, se encuentra también el Ayuntamiento, ubicado en una casa señorial de la época, y, muy cerca, la biblioteca y el centro cultural, donde se suelen hacer exposiciones temporales.
Junto a la fachada del Ayuntamiento hay un relieve de Pablo de Olavide, el superintendente de las Nuevas Poblaciones de Andalucía, que vuelve a recordar a todo el que pasa por delante el origen de la localidad.
En una de las fachadas de esta plaza también se encuentra una placa, hecha de azulejos, en la que se pueden leer los apellidos de las primeras familias que llegaron a la Colonia de Fuente Palmera.
Una de las calles rectas que salen de la plaza central de Fuente Palmera y que es una de la más representativa es la calle Portales.
Si te fijas bien, en el suelo de esta calle hay dos mosaicos que representan el escudo de la Colonia de Fuente Palmera y un mapa con los núcleos que la componen.
También se puede ver en la fachada de una de las calles que salen de la calle Portales, cerca de donde están los mosaicos, una placa conmemorativa en homenaje a Pablo de Olavide y a las familias de colonos que fundaron la Colonia de Fuente Palmera que se instaló con motivo del 250 aniversario de la fundación.
Pero si hay algún rincón de Fuente Palmera que recuerda su origen ese es el Parque de las Nuevas Poblaciones.
Visitar este parque es como dar un paseo por todas las Colonias de Carlos III en Andalucía y Sierra Morena.
Además de un monumento colocado junto a la entrada principal, en cuyo interior se ha guardado una cápsula del tiempo que se espera que se abra en el futuro, se han instalado 16 pivotes con el nombre de las 16 Nuevas Poblaciones fundadas por Carlos III, junto a los nombres de las aldeas que las forman.
En el centro del parque hay un olivo centenario y, alrededor de este, se han colocado los 16 escudos de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Andalucía.
Recomendamos visitar los núcleos que forman la Colonia de Fuente Palmera y ver las fuentes carolinas, fuentes originales restauradas que sirvieron en su tiempo para calmar la sed de los viajeros que se atrevían a adentrarse en estas tierras y, posteriormente, para surtir de agua a los primeros colonos.
Otro de los elementos que queremos destacar en la Colonia de Fuente Palmera es la figura de los molinos antiguos. Estos molinos, algunos reconstruidos para la celebración de eventos y, otros, dedicados como casa de labranza de las tierras de alrededor, son una construcción llena de carácter y muy típica de la zona.
Muestra de que estamos en tierra de aceite son las tres almazaras que actualmente producen su propio aceite de oliva, una en Fuente Palmera, otra en La Ventilla y, otra, en la Cañada del Rabadán.
Posiblemente, al visitar las distintas aldeas que conforman la Colonia de Fuente Palmera también te llame la atención una serie de esculturas que siguen el mismo patrón, hechas en piedra caliza, y que están instaladas en los puntos más representativos.
Se trata de las esculturas que se crearon en tres simposios de escultura celebrados en Fuente Palmera en los años 2000, 2001 y 2003.
Estas esculturas, obras de grandes artistas a nivel internacional, se han recuperado y ahora ocupan los espacios principales de las distintas aldeas.
👉 Encuentra, en el siguiente enlace, más información sobre Turismo de la Colonia de Fuente Palmera.
⭐ Para conocer el hotel Carlos III donde nos quedamos alojados durante nuestro paso por Fuente Palmera y donde comimos, consulta la Ruta por el Valle del Guadalquivir al completo.
Si estás organizando un viaje como este y necesitas ayuda, recuerda que tienes disponibles nuestros servicios para viajeros.
Ochavillo del Río: la Aldea del Río más pequeña que un ochavo
Tan solo 7 km separan Fuente Palmera de la siguiente parada que te proponemos en esta Ruta tras las huellas de Carlos III por el Valle del Guadalquivir: Ochavillo del Río.
No hay que olvidar que, Ochavillo del Río, ahora establecida como una Entidad Local Autónoma, originariamente era uno de los núcleos que formaban parte de la Colonia de Fuente Palmera.
En su origen, cuando llegaron aquí los primeros colonos, se le atribuyó el nombre de Aldea del Río. Según cuenta la tradición, el nombre de Ochavillo del Río fue otorgado a raíz del uso popular que se hacía del mismo, ya que se decía que esta aldea era más pequeña que un ochavo (la antigua moneda que equivalía a dos maravedíes).
De ahí, viene el nombre de Ochavillo del Río.
Hasta aquí llegaron en 1768 las primeras familias procedentes, sobre todo, de Italia, Francia y Alemania, pero también de otras partes de España (aunque eran los menos).
La ubicación de Ochavillo del Río, casi a la orilla de uno de los meandros más pronunciados del río Guadalquivir en la provincia de Córdoba, hace que esta zona ya hubiera estado poblada por civilizaciones anteriores, como así demuestran los restos arqueológicos que se han encontrado en las inmediaciones.
Esta cercanía al río, sobre una elevación del terreno, convierte a la localidad en un punto ideal para tener unas vistas privilegiadas de los pueblos de alrededor y le ha valido el sobrenombre de “el balcón del Guadalquivir” o “la ventana del Guadalquivir”.
En Ochavillo del Río hay pistas del que fue su origen colono. Como no podía ser de otra manera, de una plaza central, llamada Plaza Real, parten las calles principales que dan forma al entramado de manzanas de la localidad.
En la Plaza Real se encuentra uno de los mejores ejemplos de fachada de casa colonial de toda la zona.
Esta fachada, que se distingue del resto por su sobriedad y por tener una pequeña ventana en la parte superior, se corresponde con la estructura de las fachadas de las viviendas que construyeron los primeros colonos en el siglo XVIII.
Estas casas, de dos plantas, tenían una zona dedicada a la vivienda de la familia y una parte trasera que hacía las veces de corral. Las familias dedicaban este espacio trasero a guardar el ganado doméstico y a cultivar un pequeño huerto.
En la Plaza Real de Ochavillo del Río se encuentra hoy en día la iglesia de Nuestra Señora del Carmen. Esta iglesia es posterior al período de la colonización y se construyó gracias a la reivindicación e insistencia de los vecinos.
Pero este espíritu de los vecinos de Ochavillo del Río no les ha servido en su historia solo para conseguir la iglesia, sino que también les sirvió para que las niñas de la localidad tuvieran acceso a una enseñanza elemental en el año 1815 al mismo nivel que los niños.
Esta actitud luchadora y reivindicativa sigue presente entre los vecinos de Ochavillo del Río que, en 2008, consiguieron establecerse como Entidad Local Autónoma.
En esta parada de la Ruta de Carlos III por el Valle del Guadalquivir no dejes pasar la oportunidad de disfrutar de la gastronomía de Ochavillo del Río, en cuyas cocinas calidad y cantidad van de la mano.
Después de comer te recomendamos pasear por las calles de esta tranquila localidad, donde te encontrarás con la antigua fuente abrevadero recientemente restaurada o una de las esculturas del grupo de esculturas de la Colonia de Fuente Palmera del que te hablamos en el anterior apartado.
👉 Para más información, consulta el siguiente enlace sobre Ochavillo del Río.
Fuente Carreteros: allí donde la tradición se baila
A 15 km de Ochavillo del Río se encuentra Fuente Carreteros, la siguiente parada que te proponemos y última de esta Ruta tras las huellas de Carlos III por el Valle del Guadalquivir.
A este núcleo de población llegaron familias procedentes de Alemania, Francia y, sobre todo, de Italia. De ahí que se le conociera en la época como “la aldea de los italianos”. Apenas llegaron colonos de otras partes de España a este núcleo.
Su nombre original, Fuente Carreteros, procede de precisamente una fuente que se encontraba en este punto del Desierto de la Parrilla y que servía para dar de beber a los carreteros que pasaban en su camino entre Palma del Río y Écija.
Hoy en día se puede ver una réplica de esa fuente que da nombre a la localidad en el espacio junto a la conocida como Casa Grande.
La Casa Grande es un espacio en el que se celebran eventos locales y que está disponible para cualquiera que necesite un lugar de reunión.
Esta es una muestra del carácter cooperativo y hospitalario de los vecinos de este municipio, que también se puede percibir en la cooperativa de consumo que lleva en marcha más de 50 años y que ha servido de ejemplo para proyectos de cooperativas creadas en otras partes del país.
Nos encontramos en uno de los 10 núcleos originales que conformaban la Colonia de Fuente Palmera, por lo que en las calles del municipio encontrarás pistas que te trasladarán a estos núcleos coloniales del siglo XVIII.
Por ejemplo, la Plaza Real, que es la plaza central de la población, desde la que salen las calles principales y donde se encuentra la iglesia y el Ayuntamiento.
La iglesia de Fuente Carreteros, dedicada a la Virgen de Guadalupe, es una de las tres iglesias que se crearon originariamente en la Colonia, junto a la de Fuente Palmera y La Herrería.
El edificio de la iglesia, tal y como lo vemos hoy en día, es fruto de una reconstrucción hecha en los años 80 en la misma ubicación de la primera iglesia.
La Plaza Real de Fuente Carreteros también constituye el centro neurálgico de la localidad, donde se celebra la mayor parte de los eventos al aire libre a lo largo de todo el año.
En la visita a Fuente Carreteros no puedes perderte su gastronomía. Con una selección cuidada de producto fresco, disfrutarás de platos que no te dejarán indiferente, por su calidad y su cantidad.
Pero, además del patrimonio material de Fuente Carreteros, si hay algo que distingue a este municipio es su patrimonio inmaterial.
Al llegar a Fuente Carreteros ya te encontrarás con el monumento en homenaje a “los locos” y es que aquí se mantiene el conocido como “baile de los locos”.
Cada 28 de diciembre, un grupo de jóvenes de la localidad se atavían con una vestimenta tradicional y danzan al compás que les marca un maestro de espadas y seis escopeteros. Según algunos investigadores, el origen de esta danza es rememorar la matanza de niños del rey Herodes y la trajeron consigo los primeros colonos que venían del centro de Europa.
El origen es todavía incierto, aunque lo que realmente es palpable es el ambiente que se vive cada año para esa fecha en Fuente Carreteros, hasta donde se acercan visitantes de distintas partes de España para participar en esta fiesta singular.
Además del baile (o la danza) de los locos, en Fuente Carreteros también se hace el conocido como “baile del oso”. En este caso, un oso y un domador representan la expulsión de los malos augurios y la oscuridad para que el año nuevo traiga mejores cosechas y mejor suerte.
De este baile del oso sí que hay constancia de que se hacen otros muy similares en rincones de Austria, Francia y Alemania, por lo que se puede confirmar que lo trajeron a Fuente Carreteros las primeras familias que se establecieron en la localidad.
Esas familias no solo trajeron consigo las tradiciones sino también el carácter de esfuerzo y comunidad y han dejado su legado en Fuente Carreteros que, tras años siendo una Entidad Local Autónoma, firmó la segregación de la Colonia de Fuente Palmera en el año 2018 para convertirse en un municipio independiente.
En la actualidad, se puede ver una placa cerámica en el patio del Ayuntamiento que recoge el nombre y los apellidos de los vecinos que firmaron ese documento de segregación.
👉 Para más información, consulta el siguiente enlace sobre Fuente Carreteros.
Hasta aquí la Ruta tras las huellas de Carlos III por el Valle del Guadalquivir. Esperamos que este recorrido por las Nuevas Poblaciones fundadas en el siglo XVIII te sirva para descubrir este rincón del Valle del Guadalquivir y encontrar inspiración para tus próximos viajes por la provincia de Córdoba.
Ya sabes, tanto si quieres añadir algo como si tienes alguna duda, te esperamos más abajo en el recuadro de comentarios.
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