Hacer un viaje en moto es una forma de descubrir el mundo que te aporta unas experiencias que ningún otro vehículo te aporta.
Únicamente, si has viajado en moto alguna vez puedes saber a lo que nos referimos.
Esa cercanía con el destino, esa libertad, sentir el viento y el vértigo tras cada curva... es muy difícil de explicar solo con palabras.
Es muy habitual escuchar comentarios como "cómprate una autocaravana, se viaja mucho más cómodo con la casa a cuestas" o "las motos son muy peligrosas, ¿por qué no viajas en coche?".
Normalmente, estos comentarios vienen de parte de gente que no ha viajado nunca en moto, que no han experimentado las sensaciones de viajar sobre las dos ruedas.
En este artículo vamos a contarte tres motivos por los que deberías viajar en moto y te vamos a demostrar que es una forma única que disfrutar de una ruta.
Si después de leerlos no te convencen, vende tu moto a profesionales que te den todas las garantías para darle una segunda vida.
¿Todo listo?
Nos ponemos el casco, cerramos la chaqueta de cuero y nos subimos a la moto para descubrir las que, para nosotros, son las tres razones principales para hacer una ruta a dos ruedas.
Tú, la moto y la ruta
Cuando viajas en moto, la experiencia te hace ser más consciente de lo que tienes delante.
En cada kilómetro, te encuentras tú, con la moto y recorriendo una ruta.
Nada de artificios. Nada de cristales que te protejan del viento, de la lluvia o del calor sofocante.
Es una forma de viajar con sencillez, disfrutando de las pequeñas cosas y percibiendo el destino en primera persona.
Por eso, hacer una ruta en moto te acerca al presente, sin distraerte, sintiendo cada paisaje al ritmo del motor.
Comunidad motera
Hay moteros en todos los rincones del mundo y, entre todos, forman una comunidad con unas normas no escritas, pero compartidas.
No importa dónde estés, la moto es un vehículo ligero y accesible para muchas personas.
Es fácil llegar a un pueblo perdido en la montaña, parar en un bar de carretera y encontrar más moteros con los que compartir experiencias y un buen ratito de charla sobre rutas y destinos.
Por eso no es raro encontrar moteros que viajan solos y que, al parar en cualquier merendero, esa soledad de la ruta se convierte en momentos de compañía.
La comunidad motera es como una piña de viajeros que comparten una afición apasionante.
Verdadera libertad
Una ruta en moto puedes planificarla o hacerla improvisando sobre la marcha, como también puedes ir con la moto y una tienda de campaña o alojándote en hoteles de primera categoría.
Viajar en moto te da total autonomía a la hora de viajar.
Al ser un vehículo pequeño, que puedes equipar tanto como quieras, te permite adaptar la ruta a tus preferencias y diseñar experiencias con total libertad.
Viajar en moto te permite sentir la libertad para planificar el viaje y a la hora de ir improvisando durante la ruta, cosa que otros vehículos no te lo ponen tan fácil.
Estas son solo tres de las razones por las que hay que hacer, al menos, una ruta en moto en la vida.
Seguro que las personas que hacen comentarios superfluos y vacíos sobre los viajes en moto es porque nunca lo han probado.
Hay muchas más razones por las que salir a descubrir el mundo sobre dos ruedas, pero no queremos desvelarte todas las maravillas de esta forma de viajar.
Mejor será que te lances y las descubras por ti mismo.
¿Ahora qué? ¿con ganas de vivir kilómetros en moto?
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